Y a la tercera fue la vencida (parte II)
PRIMAVERA SOUND 2006. Fórum / BCN junio 2006
Viernes 2 de junio
Buena idea la de pedir la jornada libre en la chamba. Había que estar totalmente despejado para disfrutar mejor del día mas suculento a priori, que además arrancaba a las 16:00. Llegué con el tiempo justo para coger buen sitio en el Auditori y ver el concierto de Final Fantasy (que no tiene nada que ver con el videojuego, eh?). Dos o tres canciones oídas por ahí ya avalaban lo ofrecido por Owen Pallet, violín en mano, mezcla en lo musical y en pinta (buscando referentes) entre Patrick Wolf y Rufus Wainwright. El tipo grababa los acompañamientos cual pistas en vivo para luego dejarlas sonar mientras hacía otras notas con el violín. En algún momento apareció una ayudante a pasar transparencias (si, ¡Transparencias! Nada de multimedia o diapositivas), a manera de recrear las historias que Pallet contaba en sus canciones. Mas adelante también apareció por ahí un baterista y entre otras se tocaron la insuperable Song song song, para beneplácito de quien les habla. Muy emotivo concierto, aclamado por el mediano público en la sala (supongo que por la hora).
En el mismo escenario le tocaba ahora al folk del sueco José Gonzalez. Sin embargo, en mi primer cruce de intereses del festival, preferí optar por el emo-core de Applessed Cast, en el escenario Danzka (aquel al lado del mar), y de paso darme mi baño de solcito. La cosa no estuvo mal con esta banda de Kansas City, pero tampoco fue algo muy innovador que digamos. Venía luego el colectivo P:ano, pero en mi segundo cruce preferí volver al Auditori y ver algo de Souht San Gabriel. Con pequeño hueco entre ambos conciertos, me entretuve a medio camino con otra de estas bandas canadienses tan en boga, The Constantines, ofreciendo un directo con harto punche, sonando bastante mejor que en estudio. Hasta que cogió el micro el guitarrista y la cosa bajó de nivel. Momento más que oportuno para seguir el camino planeado. Mismo lugar en el Auditori y comienzo inmejorable del proyecto de Will Johnson, tocando (si la memoria no me falla) Charred resentment the same, Predatory king today, Affection’s the pain y The dark of garage. Lo que nos llevaba a pensar que el emotivo disco que cuenta las aventuras del gato Carlton estaría tocado al completo y por orden (al ser las canciones nombradas las 4 primeras de "The Carlton Chronicles: Not Until The Operation’s Through"). Pero no, Will Johnson y cía tenían otros planes, y a partir de ahí dieron curso a producciones anteriores, que, la verdad, me animaron menos. Por otro lado bien, porque el concierto de Yeah Yeah Yeahs estaba por empezar. Así que a chapar buen lugar para la inauguración del escenario más grande, el Rockdelux, con la explosiva banda neoyorquina.
El trío toma el escenario con Karen O haciendo estiramientos (o algo así) y cantando Fancy, una buena introducción para el subidón después con Black tongue y una Karen ya del todo desatada, gritando y comiéndose el micrófono (al mismo tiempo), con sus movidas de hombros y saltitos en círculos, botando chorros ocasionales de cerveza por la boca. Siguió un repertorio que incluyó casi por completo el último álbum, "Show Your Bones", con puntos altos como la casi disco Honeybear y otros no tan afortunados como Phenomena. Para ese entonces ya se me habían instalado al lado un grupo de atorrantes que no pararon de comentar-criticar e incluso inventarle coros a las canciones que iban cayendo, distrayendo mi atención más de una vez. Aunque hay que decir que con Phenomena la chuntaron. Ya decía yo a qué me sonaba el corito ese... al Stayin’alive de los Bee Gees! Atorrantes al margen, también hubo lugar para que tocasen algunos bombazos anteriores, como Pin, Maps, Y-control, Miles away e incluso Art star (la canción por la cual conocí a a la banda), en donde tal vez se les fue un poco la mano, con guitarra rota y Karen en ataque de risa. Eso sí, el mejor cierre vino con Date with the night y el público en éxtasis.
Con la satisfacción de ese concierto aproveché para sapear la feria discográfica y empujarme un sánguche, haciendo tiempo para lo peor que ví en todo el festival. Aunque la culpa fue mía, por desinformado. Esperar que a estas alturas Killing Joke tenga algún reparo con los nostálgicos y se toquen alguno de sus clásicos, como A love like blood, Eighties o Follow the leader significaba ser demasiado ingenuo. Los tipos están ahora en la onda trash metal y de ahí ya no saldrán. De todas formas tuvieron su público, seguramente el mismo que disfrutó de Motörhead. Abandoné la asquerosidad reinante a aliviar mis oídos con Isobel Campbell. Una pena no haya sido con Mark Lanegan. Se extrañó la voz aguardientosa a lo Leonard Cohen del ex Screeming Trees, que secundase la vocesita de la ex Belle & Sebastian, tal y como deja constancia el buen álbum de ambos, "Ballad of the Broken Seas", que una empeñosa Campbell se tocó casi al completo (con cello incluido). Y definitivamente este era un concierto para disfrutar mejor en el Auditori, y no en un escenario abierto, donde el volumen poco ayudó. Fin de concierto y otra vez al escenario grande a ver a Dinosaur Jr. He de decir que conocía muy poco de los mismos. Tal vez solo la que fue su etapa más comercial. Al ser esta la formación original (Lou Barlow al bajo incluido), la legendaria banda echó mano de sus primeros álbumes, los mismo que servidor conoce poco. Igual no estuvo mal la bulla.
Me salto al concierto de The Flaming Lips, ya que lo que observé de Sleater-Kinney y The New Christs no es algo que considere reseñable. No me ubiqué muy bien (muy de costado) para ver finalmente al show colorido de la banda de Oklahoma (increíble que vengan del mismo sitio donde alguna vez viví). Como por ahí escribí antes (ver), luego de hacerme de su último disco me daba aún más ganas de ver su famoso show, que al final me dejó un tanto decepcionado. Mucha serpentina, globitos, pica-pica, extras disfrazados de alienígenas y/o papanoeles y poco de música. Wayne Coyne estaba con una voz fatal (ronca y desafinada) y se la pasaba haciendo introducciones larguísimas entre canción y canción. El repertorio tampoco me dejó satisfecho, y justo cuando la cosa parecía que agarraba vuelo (tocaban de The yeah yeah yeah song) dieron las 3. Eso significaba que la otra razón de ser de este festival, Animal Collective, saldrían en otro escenario. Así que con dolor tuve que dejar la canción a medias. Una pena enterarme después que tocaron 2 grandes como Do you realize? y She don’t use jelly. Y que, encima de todo, el concierto de los Animal tuvo 20 minutos de retraso. Felizmente lo que Panda Bear, Avey Tare y cía. ofrecieron estuvo a pedir de boca. Es cierto que algunas veces me perdía con esas fluctuaciones sonoras que parece que suelen hacer mucho durante sus conciertos, para luego empalmarlas con algunos de los temas ya conocidos. Grandes The Purple bottle , Grass, y muy en especial We tigers. Aunque debo también mencionar que extrañé algún que otro corito que se saltaron, mas aún cuando dieron el bis con la estupenda Banshee beat. Concierto generoso (hora y media) para lo que suele ocurrir en un festival. Claro que, a esa hora, ya solo me mantenía de pie por inercia, al cumplir 12 horas de conciertos casi de corrido. Hora justa para coger el primer metro, hecho un despojo, de regreso a casita (arrancan a las 5).
Yeah Yeah Yeahs - Maps (Primavera Sound 2006)