El sur también existe

JUNEBUG / Dir. Phil Morrison (EE.UU. 2005)


Dentro de su pequeña crisis vocacional, Lucía, la menor de mis hermanas, pensó en irse a North Carolina a estudiar periodismo. Esto, contando con el aliciente de su pasaporte gringo (le tocó nacer en un lugar tan anodino como Stillwater, Oklahoma) y de la reciente mudanza de una de sus primas a esa zona del sur de Estados Unidos.

Ahora, no sé si hubiese contemplado esa misma posibilidad si hubiese visto esta película, ambientada en la hipotética Pfafftown, North Carolina, que en realidad es Winston-Salem (Carolina del Norte también), lugar de nacimiento de este nuevo baluarte del cine independiente estadounidense llamado Phil Morrison. Y la historia va un poco así: familia muy del sur recibe a hijo favorito y nueva esposa muy "no del sur", en una visita de estos últimos mas bien de carambola. Madeleine (la esposa), "marchante de arte independiente", viaja hasta por ahí para fichar a un pintor bastante chalado que se la pasa representando la guerra civil (tema muy recurrente por ese rincón de los States) bastante a su manera. Y, como es de esperarse, no es muy bien recibida por la familia. Exceptuando, eso sí, a la otra nuera, embarazada, ingenua y entrañable Ashley, que a su vez es ninguneada y/o tratada como estorbo por marido y suegra. Personajes muy bien delineados y tomas a veces largas y contemplativas, como alineandose con el espíritu de la zona, con mucho del lado religioso (por no decir fanático), también. Curioso que de política no se hable y si de la proeza de los Carolina Panthers, equipo sorpresa ultradefensivo que no hace mucho llegó al Superbowl y perdió.

Así que se presenta todo un futuro para este novel director, que además nos pone a Yo La Tengo a cargo de la banda sonora. Como tiene que ser.


Junebug Trailer



Alma Sintética

HOT CHIP - “The Warning” (2006) / EMI

Cada decisión que uno toma tiene un costo de oportunidad, este concepto se puede adaptar en mi caso personal con Hot Chip. Poco más de un año atrás una amiga nos quiso llevar a una pequeña sala de conciertos en el Southbank londinense para escuchar a este cuarteto catalogados, como “new talent” de la electrónica inglesa en el 2004, pero nos desanimamos a la primera escucha del álbum “Coming On Strong” (Moshi Moshi – 2004) y finalmente pasamos la noche en un sótano disfrutando de Alan Mc Gee pinchando algo de indie music.

Con la referencia del álbum anterior, el cual nos vendió a la banda como una mas de la onda downtempo, un año después nos llega a las manos “The Warning” (EMI – 2006), el cual transmite lo que Hot Chip venia proclamando como concepto principal de la banda: hacer música electrónica con melodías orgánicas. Para lograrlo, estos londinenses se preocupan en igual proporción de la estructura y arreglos de cada canción, como de la instrumentación y programación detrás de la propuesta principalmente electrónica.

Para hacer tangible sus postulados, no tienen ningún reparo en incluir sonidos no tan tecnológicos (guitarras y baterías invaden sin vergüenza un espacio el cual naturalmente no les pertenece); y lo mas importante: inyectan múltiples dosis de factor humano en cantidades no permitidas en algún organismo de la electrónica actual (las voces de Goddard y Taylor en cada canción invaden el primer plano, además de no haber sampler de voces).

Este álbum exuda olor a fan musical, hecho por coleccionistas musicales que buscan inspiración en la variedad de estilos digeridos; y los Hot Chip demuestran sus múltiples influencias sin tapujos: “Careful” es un bate Drum n’ Bass que rompe la tranquilidad del ambient; “And I Was A Boy From School” nos
narra situaciones cotidianas en tono Soul, el pop sintético ochentero se hace presente en “(Just Like We) Breakdown”; “The Warning” y “So Glad To See You”, están tan llenas de ese sentimiento conmovedor de la indietronica, que parecen haber sido creadas en los estudios alemanes de Morr Music; mientras que “Tchaparian” es definitivamente dub negro, a pesar de los intencionados arreglos para sonar blancos, y el single “Over And Over” con sus percusiones tan post punk / funk, sus guitarras y teclados altamente psicodelicos es probablemente uno de los himnos electro del año (por algo DFA – o sea James Murphy – los edita, remixea y distribuye en los Estados Unidos).

Aun no estoy seguro si esta banda quiere hacer que la electrónica inteligente no sea tan elitista, o que el pop en general se sumerja en nuevas fuentes; pero la sensación final que me deja este álbum es de plena convergencia de electrónica técnicamente bien trabajada y a la vez emocionalmente excitante. Definitivamente, hace poco mas de un año atrás no quise verlos; ahora si quisiera, pero ya no estoy en Londres, fue el costo de oportunidad.






El progreso y esas cosas

TAPES 'N TAPES - "The loon"(2006) / ibid


¿Qué voy a hacer con mi colección de cassettes? Desde las primeras maquetas pirata que me agenciaba por amigos y en el jirón Quilca, allá en los lejanos 80, pasando por mis compilaciones de The Smiths, New Order, The Cure, Midnight Oil (por mencionar las mas recurrentes). Y las últimas que creo se inclinaron mas hacia la música latinoamericana (en casi todas sus vertientes). Creo que llegué a juntar unos 250, más o menos. Y luego aparece el CD. Tanto tiempo que me resistí, y me seguí conformando con mi colección, para terminar por ceder, tardíamente, se podría decir, porque con esto del mp3... Y ahora no sé que voy a hacer con ese montón de cintas. Me va a doler en el alma tener que tirarlas.

No sé si estos señores venidos de la fría Minneapolis hayan sacado el nombre por esa nostalgia, al menos no he encontrado nada que lo especifique. Luisito (el proveedor estrella) me pasó meses atrás la copia del disco que se agenció en (otra vez) las Galerías Brasil. Algo ya había oído en la página web de los mismos (ver), con lo que marecía la pena obtener el largo, aunque sea copia e incompleto (le faltaban 2 canciones). Y yo diría que es de esos albumes que hay que dejarlos macerar para agarrarles el gusto. Con decirles que ha pasado de ser un disco simpático a encabezar mi lista de preferencias en lo que va de este año (ver). La primera asociación que sale, luego de la obvia, fácil y hasta odiosa etiqueta de indie-pop, es Pavement (por sonido, por letras... y porque, seamos francos, lo dicen casi todas las reseñas que he leído) y ... ¿Voy a tener que decir de nuevo Talking Heads? De un tiempo a esta parte pareciera ser la banda mas repetida-reinterpretada en el universo indie: Arcade Fire, Wolf Parade, The Spinto Band, Clap Your Hands Say Yeah. Con estos últimos además se comparte las raíces independientes, arrancando humildemente en una página web y creciendo de a poquitos. También dicen que suenan a Pixies y a los Beach Boys, cosa que encuentro bastante dudosa. Aunque los géneros igual se mezclan por momentos, metiéndole por ahí algo jazzeado y otros sonidos medio country, como para que no los encasillen. Escuchen y juzguen ustedes mismos.





¡Han vuelto!

BUILT TO SPILL - "You in reverse" (2006) / Warner


El comienzo de todo. Mas o menos. Casi me animaría a decir que Built to Spill fue la banda culpable de este interés casi voraz que me vino a posteriori por consumir música, digamos que de esa que no es tan fácil conseguir (ya no sé que término usar). Claro, casi coincidiendo con el mayor uso de internet, el Kazaa y todo lo que eso conlleva. En esos tiempos me daba mis vueltas por las Galerías Brasil muy ocasionalmente y Pepe, el a la postre caserito, me comentaba, "mira, me ha llegado esto, a ver que te parece" Y eso no era otra cosa que el "Keep it like a secret" (1999), el álbum que mas me gusta de estos salidos de Idaho, aunque también el mas "comercial", como dirían unos (al menos el cambiar a un sello como la Warner ya implica grandes ligas). A primera escucha me sonó a unos Weezer iniciales pero en mejor, y me llamaron la atención esos punteos de guitarra con mucho slide y la inigualable voz de Doug Martsch. Quedé tan prendido del CD que me dediqué a buscar todo el material de los mismos, "There's nothing wrong with love"(1994), "Perfect from now on"(1997) y el que fuera el de su despedida, "Ancient melodies from the future"(2001). Porque claro, como casi siempre me ocurre, descubrí a este grupo cuando el mismo ya se había disuelto. Snif.

Sin embargo, por esos tiempos también descubrí el portal de Amazon y aquellos links casi mágicos que dicen: "Customers who bought this item also bought..." Fue así como llegué a Guided by Voices, Pavement, Sebadoh, Modest Mouse, Sunny Day Real Estate, Superchunk, Neutral Milk Hotel y un largo etcétera. Y luego el Chato Heston que me aclara que a todos estos se les metía en aquello del Lo-Fi, una especie de reinvención del DIY (Do It Yourself) inaugurado en el punk, y que se desarrollara allá por los noventas (hablo del Lo-Fi, del punk ya se sabe), mientras el resto de la humanidad se concentraba en el grunge.

Pues ya se venía voceando su reunión y hace pocos meses salió el nuevo disco. Martsch está mas pelado y barbudo (para compensar, me imagino) y felizmente ya dejó de lado su fallido proyecto solitario bluesero. Comienza la cosa con harta caña (como se dice aquí) y una Goin' against your mind que presagia lo mejor y otras 2 mas bien tristonas Traces y Liar, pero conservando la talla. Luego la cosa baja un poco y por ahí, debo admitirlo, sobra algún que otro tema. Llegan incluso a meterle un ska a una que perece sacada del repertorio de Dead Kennedys (Mess with time). Ya me había acostumbrado a esos cambios bruscos de ritmo, pero eso sí que no me lo esperaba. Felizmente también está Conventional wisdom y el cierre perfecto con The wait, que empieza flojita y termina con un instrumental apoteósico, como para anunciar que este es solo el inicio de una gran segunda etapa en una de mis bandas fetiche.







Por amor al oso

GRIZZLY MAN / Dir. Werner Herzog (EE.UU. 2005)

Tanto había oido hablar yo del tal Herzog. Mi vecino y compinche colombiano me hablaba de la fijación que este director alemán tenía con los personajes borderline, siempre persiguiendo objetivos peligrosos. Me contaba de Fitzcarraldo (1981) donde se retrataba al personaje obsesionado en hacer fortuna con el caucho en el Amazonas y poner un teatro de ópera (si, ahí mismo) y de Aguirre, la cólera de dios (1973), aquella acerca del conquistador en búsqueda de El Dorado y filmada en el Perú, donde más. Siempre con Klaus Kinski como actor fetiche. De todo eso y algo más había oído hablar hasta que se dignaron a estrenar este documental, propiamente dicho (por más que las muchísimas películas que hizo antes suenen a documentales, siempre habían sido ficción).

Y uno no puede evitar estremecerse como una historia como la de Timothy Treadwell, alguien que dedica su vida (literalmente) a la conservación, defensa y admiración de los osos grizzly. Personaje único Timothy, con ese look mas de surfer que de ecologista, con esa voz tan afeminada que a veces a uno le hace creer que hay alguna compañera por ahí interactuando también con los gigantezcos animales. Un gran trabajo el de Herzog, que se centra mas en compilar y editar las horas de horas de filmación que Treadwell hizo en los veranos que pasaba acampando en la reserva natural de Katmai (Alaska). Y claro, como de un documental se trata, hay entrevistas a personajes que tienen algo que ver con la historia, amigos, socios, familia, así como de ecologistas y detractores que coinciden en decir que Treadwell cruzó el límite y obtuvo lo que de alguna forma siempre quiso.

Si hay solo alguna cosa que le puedo objetar a Herzog, es el soltar su opinión al respecto, acerca de como a el lo que le interesaba era la historia del ser humano y que para él era imposible ver lo que Treadwell veía en los osos. Opinión válida, aunque tal vez hubiese sido mas recomendable dejar a que el espectador se haga la suya. El material fílmico invaluable ya estaba ahí. Por eso también solo suena ridículo que ahora estén queriendo hacer una película con Leonardo Di Caprio haciendo de Treadwell. Como diría Álvaro, el colocho del principio: "Ojalá que se lo coma el oso de a de veras!"

Grizzly Man Trailer


Y a la tercera fue la vencida (parte III)

PRIMAVERA SOUND 2006. Fórum / BCN junio 2006

Sábado 3 de junio

Macheteado a más no poder y con menos ganas que los días anteriores, enrumbé nuevamente al Fórum. Es que según mi programación, hasta después de la 9 no había nada que realmente me interesase ver. Y mis sospechas se hicieron realidad conforme fue pasando el tiempo en el recinto y me ví deambulando de concierto en concierto. Un pedazo de Jaume Sisa (pal que le guste la canción popular catalana), otro de Vashti Bunyan (esta bien para arrullar niños). Alguna gracia tuvo LD & the New Criticism, con un amplio líder desenfadadamente gay y muchos aires musicales a Magnetic Fields. Los veía (o mas bien oía) mientras esperaba mi turno para el masaje gratuito que ofrecían en una carpa de por ahí. Luego del mismo me dirigí a ver a Akron/Family, con un directo un tanto caótico, pero con algunos momentos inspirados. Luego por mera curiosidad me fui al Auditori, que acogería a Steve Albini y su afamada banda Shellac. Ni bien empieza, el susodicho se saltó las reglas e invitó a todo el público a que se paren cerca al escenario. Aguanté un rato el ruido pensando “que genios estos organizadores, al no poner a esta banda en escenario abierto”. Consideré la señal para zafar cuando un tipo se me puso a fumar al lado (¿No se suponía que era el único sitio libre de humos?). Otra vez hasta el Danzka a alcanzar solo el final de The Deadly Snakes. Agotado por el ir y venir no se me ocurrió mejor idea que tumbarme al pasto y esperar a que venga Deerhoof y que de una vez mejore la cosa.




Espera larga, donde quedaban aún por ahí algunos grupos rezagados de gente. Cuando en eso veo aparecer a escasos 10 metros, cual común transeunte, a un gordito con cara conocida. Tardé unos minutos en reconocer que tal personaje no era otro que James McNew, bajista y voz ocasional de Yo La Tengo. Como ocurrió con otro miembro de este blog y James Murphy, no se me ocurrió que hacer en tal momento, en el que, además, ni me acordaba el nombre del susodicho (a ver... Ira, Georgia... y este compadre como era?). Así que perdí la oportunidad de robarle un autógrafo. O, mejor aún, la enmarcable foto. Aunque, claro, mucho menos me acordaba que lo que colgaba de mi hombro era una cámara (prestada). Pasada la página, al poco rato arrancó el concierto de los liderados por Satomi Matzusaki, ponja tan mínima como su voz de niñita que puede irritar a mas de uno, ataviada de un bajo mas grande que ella y secundada magníficamente por un guitarrista que se soltó algún chamullo en español rescatable y un baterista con solo bombo, tarola y platillo (para qué mas?). El personal recibió muy agradecido (entre los que se encontraban fans comprometidos y los que preferían esquivar a Lou Reed, que tampoco es que hayan sido muchos) los temas tocados con esa dedicación. Concierto corto y rotundo. Una buena sorpresa.




Me quedó luego hacer nuevamente tiempo y ver la parte final del afamado Lou, sentado bastante lejos y un tanto aburrido (perdonen los fans). Después vinieron los Surfin’Bichos, mientras me aventaba el falafel que me ayudaría a sobrellevar la noche. No sé de donde salen con “legendaria banda indie” (bueno, también que aquí tildan de indie a cualquier mamarracho). Una pena que Joaquín Pascual y sus Mercromina se hayan disuelto para esto. También es cierto que el sonido no ayudó en nada y que las desafinadas fueron muchas. En ese marco los Violent Femmes (ya mayorcitos, como es de entenderse) fueron acogidos con muchas ganas. He de decir que en mis époKas (de cuando llevaba los pelos parados, para quien no lo tiene claro) nunca les di mucha bola. Blister in the sun, Kiss off y poco más. Pero este concierto estuvo de lo mas entretenido, donde se tocaron (por lo que me soplaron) casi todo su primer (y dicen que el mejor) álbum, y además le metieron algo de bluegrass.



Ya entrada la noche y con visibles signos de fatiga me moví para ver a Stereolab y a Letitia Sadier tocando el trombón. Así es, yo tampoco me la imaginaba en esas. Muy tonero concierto, en donde tocaron lo mejorcito de su último disco (a saber: Eye of the volcano, Interlock, Vodiak, Excursions into oh, a-oh) algo del gran "Margerine Eclipse" y para cerrar de la mejor forma Cybele’s Reverie. La gente se quedó con ganas de más, pero la organización no permitió que Letitia y cía. hicieran el bis correspondiente. Una pena. Turno de Mogwai. Casi concordaría con Eduardo al respecto: “Esta bien para oírlos en tu casa... pero en concierto...” Los escoceses aparecieron a lo grande con el “himno” de la Champions de fondo (de que se la creen, se la creen). La cosa estuvo bien, no me malentiendan. Mucho énfasis en sus 2 últimos álbumes (Los bastante buenos "Happy songs for Happy People" y "Mr. Beast") y en la tan mentada bulla sonora. Pero no pude evitar la indiferencia. Eso, sumado a que me propuse evadir el tumulto a la salida (sobre todo por los buses lanzadera, que les llaman), me hizo abandonar el Fórum 2 o 3 canciones antes de acabada la performance de Mogwai. Y claro, el domingo no se podía retozar porque tocaba irse a votar ¡Gracias Perú!





Spirit ditties of no tone - Deerhoof (Live at Northsix, Fall 2005)