Con lo justo

BABEL / Dir. Alejandro González Iñárritu (EE.UU., México 2006)

Un pueblito perdido en el desierto del Magreb. Un grupo de turistas senior, entre gringos y europeos, se quejan por el calor asfixiante y por la falta de aire acondicionado. Su viaje temático por el norte de Africa se ve alterado por un contratiempo. De ese desierto al que separa EEUU de México. La fascinación en unos niños norteamericanos que salen al fin de su burbuja y miran lo que es el "peligroso" y lleno de "gente mala" México, como siempre se les ha dicho. Tercer escenario que... era necesario? No quisiera tildarlo de gratuito. Es que la historia no me quedó del todo clara.

La globalización y la rapidez de información. O más bien desinformación. Como decían por ahí, el cierre de la trilogía de la incomunicación empezada por el director mexicano con Amores Perros. 4 historias en paralelo, ocurriendo en lugares muy distantes entre sí, pero de alguna forma relacionados. 4 lugares, 4 lenguas (o hasta 5, si incluimos el lenguaje gestual) haciendo mas claro el nombre de la película. Desarrollo narrativo que crece conforme avanza el film, con los saltos en el tiempo y la gran astucia para tener al espectador en el filo, por más que sabe (o intuye) lo que va a pasar.

Las historias en paralelo. Como la ruta que González Iñárritu ha seguido, casi al mismo tiempo que su par Alfonso Cuarón. Debut de éxito en la tierra natal de ambos (Cuarón con Y tu mamá también) y salto casi inmediato a Hollywood. Esos 21 Grams que flojean (y ni qué decir de la aventura de Cuarón con Harry Potter), a pesar de Sean Penn y Benicio del Toro, y rectificación con esta última entrega, aunque por momentos nos venga a la memoria Crash (la de Haggis, se entiende). Algo que en el mismo sentido podría decirse de Cuarón, con su visión apocalíptica en Children of Men. Se hizo esperar Babel, pero bien que valió la pena darse el viaje en el último día del año que ya se fue.

Babel - trailer

Extraña Forma De Vida

BONNIE 'PRINCE' BILLY - "The Letting Go" (2006)/ Drag City

Play> Oye el arco, suena también a lágrima; una voz inconsciente de lo que se viene parece llevar el ritmo. One two, three... y la voz es ahora emoción pura, cuajo de soledad. Otra voz, allá arriba, parece guiar celestinamente sus pasos, estampados en algún desierto del midwest americano. La guitarra folkie viene a cuenta de Emmet Kelly, el hada es Dawn McCarthy y los vientos, violines y violas y aquellos que se cuelan al final del primer corte, son islandeses. Will Oldham, con algunas copas de bourbon de su natal Kentucky encima, entona dulces melodías.
A la imperecedera sucesión de nombres "artísticos"- Palace, Palace Songs, Palace Brothers, Palace Music, Bonnie Billy y, desde hace un par de discos, Bonnie 'Prince' Billy-, Will Oldham le ha cargado el discutible deber de, comillas de nuevo, "evolucionar". La música, por el contrario, no varía; el libreto sigue siendo el mismo. En No Bad News, I Called You Back y en el track sin título que cierra el álbum se sienten algunas capas de voces que podemos agradecer a la grabación en tierras escandinavas, sofisticación europea que contrasta con su naturaleza y que tan bien se llevó al cine en Junebug, en donde Oldham tuvo una pequeña participación.
Por el contrario, Strange Form Of Live, Love Comes To Me y, sobretodo, en el single Cursed Sleep, configuran el diario imposible de un camionero, la calidez de un café de gasolinera cuando la madrugada no tiene nada mas que ofrecer, el amigo que te aconseja, bajo el ruido del fluorescente de la cocina, que cuando llamas a Dios, y Dios está muerto, el amor viene a tí. Un nudo en la garganta se disuelve en Jim Beam.

Bonnie 'Prince' Billy - Strange Form Of Life

A pedido de la hinchada

SR. CHINARRO - "El mundo según" (2006) / Mushroom Pillow

Idiota. Canción número 5 del tercer CD de Benicàssim 2001. A las apuradas me iba de Madrid y con esa costumbre de las cosas a última hora, me quise llevar alguna copia de música local, de la cual no tenía casi noticias desde la movida de los 80. Y de esa rápida selección, medio a ojos cerrados, rescatables la cancioncita ésta y el gran "Omega" de Enrique Morente y La Lagartija Nick, por el cual siempre agradeceré a Claudia (seguramente todavía en Guatemala).

Esa inusitada cadencia, con esa voz tan grave y somnolienta, me animó a indagar otro poco y de paso sacarle más el jugo a la red de bibliotecas en donde, oh maravilla, te avisan por teléfono cuando ya tienen lista tu reserva. Así pasaron por mis manos "El por qué de mis peinados" (1997), "No sé qué no sé cuántos" (1998), "Cobre cuanto antes" (2002) y "El ventrílocuo de sí mismo" (2003, con este me quedo). Todos experimentales, en una especie de búsqueda dentro de los límites del pop, y con la misma curiosidad de letras... ¿poéticas? ¿incongruentes? Para aclarar dudas también fue de mucha utilidad el documental Minutos musicales con el Sr. Chinarro, que tuve suerte de ver en proyección gratuita en el CCCB. El caso es que Antonio Luque, el que hace y deshace en esta banda, el año pasado decidió dar un salto. Se pasó a EMI y optó por, digamos, simplificar su discurso. El resultado fue el muy logrado "El fuego amigo", a pesar de lo que digan sus fans mas furibundos, algo decepcionados con el giro del andaluz, en donde hasta se decidió a coquetear con el flamenco, de la mano del mismo Morente que mencionaba al principio.

Con este "El mundo según" se afirma el rumbo, volviendo la cosa aún más accesible al pública mayoritario, si cabe. Que tampoco es que sea algo malo, ya que algo que podría resultar tan insulso en manos de otro, algo tipo Gitana o G. G. Penningston, en manos de este tipo, que a veces se da el lujo de tocar todo un concierto sentado, cobran otra dimensión y (por lo menos) simpatía. Y como es de esperarse, son mayores los aciertos, empezando con esa alusión de los dichos populares que es Esplendor en la hierba, las referencias catalanas con fondo vaquero en El lejano Oeste o mi favorita, la flamenca (ya le gustó) Del montón. Esas, entre otras, que me hacen sobrepasar ese final que me suena a Miki Gonzales (La última cena), pero añorar piezas mucho mas logradas del trabajo anterior como las muy emotivas El rayo verde o El Cabo de Trafalgar, que dice así:

El Cabo de Trafalgar (En vivo, Benicassim)


Bajar: Sr. Chinarro "El mundo según"

Sensibilidad Nocturna (tanto en Lima como en Malmö)

Concierto de The Radio Dept. (Centro Cultural La Noche / Lima – Octubre 2006)

Si algo tiene que agradecer la “comunidad” indie en Lima (si es que existe), es el por fin haber visto a una banda contemporánea en su mejor momento. The Radio Dept. llegó a Lima con una difusión mínima, solo fue necesario el boca a boca y la distribución (entre amigos) de su excelente álbum “Pet Grief” para generar el lleno en el sala del local barranquino (no se necesita muchas personas para llenar “La Noche”).

A sabiendas del limitado espacio del recinto, llegue temprano al local, lo que también me obligó a arrancar los previos con antelación, pero al menos no tuve que empujar (ni ser empujado) por un sitio cuando arrancó Resplandor con un muy buen repertorio (principalmente shoegazer), que nos hace preguntar porque el grupo de Toño aun no repercute lo que debería.

Algo especial ya esta flotando en el ambiente (no se si era el efecto de los previos), cuando los dolorosos beats de “It’s personal”, al igual que en su ultimo largo, daban inicio el sublime enlace Lima - Malmö. Estos tímidos y carismáticos suecos se lanzaron limpios al escenario para transmitirnos toda la sensibilidad y emoción de su propuesta.

La banda, ahora en formato de trío (guitarras, bajo y teclados) repasó gran parte del “Pet Grief” (2006) y algunas tomas del “Lesser Matters” (2003), envolviendo la fría noche de Octubre (raro, no era primavera?) en suaves velos de romanticismo y melancolía perfectamente (synth) pop. La contemplación atónita de la audiencia en temas como “Pet Grief” y “The worst taste in music” demostraba la buena onda en el local, con un publico entregado (solo he visto esa sintonía en un recital de Low) ante una actuación tan simple como sincera (hasta lo que habían ido solo por pose ya estaban enganchados). En poco más de una hora, invadieron el pequeño local con desgarradores beats, contemplativo ambient, delicados mantras sónicos y melodías tan dolorosa (y esperanzadora) mente pop.

Luego del concierto, y entre tragos, preguntamos a Johan Duncanson “porque Lima?”, el tampoco la tenia clara, mas aun cuando no estaban haciendo gira por Sud América. Dream pop hecho realidad.

"The Worst Taste In Music" (Lima)


Un par más y nos vamos

Concierto de Yo La Tengo. Sala Apolo / BCN noviembre 2006

"Ta'mare, otra vez? No lo dejan a uno comer su bocata tranquilo" La cara de asado en todo el concierto de James McNew, el mismo gordito sonriente de la presentación en el PS'06, se multiplicó por 3 en cada uno de los bises que el trío de Hoboken ofreció al respetable la noche del jueves, que también fueron tres.

Se suele decir que una cosa es la presentación de una banda en un festival, entendiéndose como escenarios al aire libre, huevo de gente que en muchos casos no saben ni lo que están yendo a ver, presentaciones de menos de una hora por banda, etc. Y otra muy distinta que la misma banda lo haga en sala pequeña y como estelar. Y más aún si esta es una de mucho recorrido, que podría tener fácil un repertorio que supere las 2 horas de ruido. Pasó con Wilco, o sea que no es que pida peras al olmo.

Este recurrente local se prestaba para aquello. Sala que siempre me da la imagen de cabaret venido a menos (o troca, a secas). Basta ver esas arañas colgando y el rojo predominante de fondo. Del telonero misterioso de esta vez, ya ni el nombre recuerdo. De los conciertos a los que he asistido, en lo que va de mi estadía en la ciudad condal, el único telonero rescatable que ví fue Spoon. Que incluso diría que tocaron mejor que unos Interpol ya sin brújula.

Así que de lleno al trío. Hablábamos de Mc New y su malhumor. Que se opuso casi geométricamente a las bromas gastadas por Ira Kaplan de vez en cuando. Como eso de que les encantaría alguna vez poder fichar para Sony, donde han tocado grandes como Micheal Jackson. "Es más, en la próxima gira traeremos a Michael Jackson a que toque con nosotros". Esperable repertorio con casi todo el calientito "I'm not Afraid of You and I will Beat your Ass". De entre las cuales rescato Pass the hatchet, I think I'm goodkind, I should have known better, Mr. Tough, Song for Mahila ("que liiiiindo"), The weakest part (de lo mejor de la noche) y hasta las que no me convencían tanto en disco como The story of Yo La Tango y Watch out for me Ronnie que mas Ramones no podía haber salido. El fuerte se supone que venía con los clásicos y ahí creo que me vino un poco la decepción. Tom Courtenay, Sugarcube (en los bises) y, eso sí, una estupenda Blue line swinger, que casi valió el precio de la entrada, al margen de las poses Hendrix de Kaplan. Pero después nada más. La rara versión de Autumn sweater no me convenció y menos aún la de You can have it all, al estilo de Nuclear War con maracas. Y esos covers. El de los Kinks vaya y pase pero... Everlasting love??? Para cerrar la noche además? No será de U2, pero no me puedo quitar la imagen de encima del nauseabundo de Bono interpretándola.

De todas formas, fue de los conciertos en los que mejor la pasé, por ser el primero en el que se pudo congregar a un grupo de amigos (todos limeños y arquitectos). Pero eso sí, de esos 3 bises me hubiese quedado con uno y hasta mejor. Por ahí Mc New hasta se iba mas contento y a Georgia no se le olvidaba esa letra.

Yo La Tengo - Little Eyes (live-turnpike)


Olores obsesivos

PERFUME. THE STORY OF A MURDERER / Dir. Tom Tykwer (Alemania, Francia, España 2005)

Llego aquí más por motivos de morbosa curiosidad que de genuino interés. Fueron los tiempos en los que estuve compartiendo piso con chavales 10 años menores que yo, donde siempre hubo rotaciones, paradójicamente manteniendo el promedio de diferencia de edad. Y en algún momento me tocó estar rodeado solo de aspirantes a actores, o estudiantes del Institut del Teatre, para ser específico. Un día, por chisme de uno de ellos, me entero que la niña con el único cuarto decente del depa había sido seleccionada para hacer de extra de un película basada en el best seller de Peter Suskind, a filmarse casi enteramente en tierras catalanas y dirigida por no sé qué director alemán. La noia en cuestión luego contaría que formó parte de una especia de orgía multitudinaria y que luego de 3 días de sudoroso rodaje casi sin descanso estaba molida.

Así que, año y medio mas tarde y ya felizmente mudado, me topo con esta rara superproducción europea, dirigida por Tom Tykwer, el mismo de Corre Lola Corre, y que debe tener alguna fijación por las pelirrojas. Primera escena asquerosa. Barcelona ambientando a un putrefacto mercado de pescado del París del siglo XVIII. Basta verlo y oírlo para sentirse ahí mismo, con esa cámara tan cerca, como en Delicatessen de Jean Pierre Jeunet, antes de la fama de Amélie. Gran marco para la aparición de nuestro "héroe", Jean-Baptiste Grenouille, finamente interpretado por un novel Ben Wishaw. El hombre en cuestión nace dotado de un olfato casi sobrenatural, que le permite detectar olores a varios metros (o kilómetros) de distancia. El desarrollo de tal sentido lo llevará poco a poco a obsesionarse con encontrar la forma de preservar los olores humanos. Del orfanato pasa a curtir pieles y de ahí a conocer al perfumista Guissepe Baldini, gigante y nasal Dustin Hoffman, quien será el primero en descubrir las dotes del personaje y de allí lo demás.

Leía que Tykwer odiaba los filmes de época, porque relentizaban los ritmos de las escenas para que se pudiese apreciar mejor los escenarios y los vestuarios, algo que queda claro al apreciar el desarrollo de las más de 2 horas de esta historia, que algunos dicen que un grande como Stanley Kubrick abandonó como proyecto. El caso es que llegamos a la orgía, y por más que traté de escudriñar cada cuadro para descubrir ese cara tan catalana de mi ex flatmate, nada. Es que en una escena donde salen 750 extras estaba un poco difícil. O tal vez al final no fue su cara lo que apareció y ahí sí que estaba difícil distinguir.

PERFUME - international trailer

Silencioso Y Gris

Concierto de Morrissey (Chicago, Noviembre 2006)
A veces, me cuesta saber a donde voy. La base 3 y el combate contra la panza, la rutina diaria, la vida en un país que no es el que te crió, la lengua que te cuesta hablar, en fin, hay días que me levanto y no sé si podría ser reconocido si me hubiese visto, digamos, 15 años atras. Es fácil planificar no tener hijos, tener una carrera o un trabajo. Es díficil, por el contrario, poder ser aquel que se quiso ser.
Unas vacaciones me llevaron a Chicago la semana pasada y coincidió con la única presentación del tío Morrissey en tierras gringas. Algunos atribuyen el extraño hecho incluso a una escala aérea que el Mozzer tenía que hacer en O'Hare luego de dos memoriales presentaciones en Monterrey y Guadalajara. Sea como fuere, el legendario teatro Aragon y Kristeen Young, solista también del sello Attack (Kate Bush, y no diré mas porque bueno, la china estaba en algo), sirvieron de telón para la presentación. A las 9 pm, el Mozzer hizo su entrada; los rumores de su muerte habían sido "slightly exaggerated". Panic on the streets of London, y el pánico se desató en Chicago. Siguieron First Of The Gang To Die y The Youngest Was The Most Loved, mostrando el contraste en la acogida de ambas producciones, la penúltima mas favorable, la última un tanto discreta.
Nos siguieron intervalos de Girlfriend In A Comma, How Soon Is Now, William It Was Really Nothing, Everyday Is Like Sunday mezcladas con lo mas reciente de su producción (no, nada de Suedehead). Sin embargo, tuve que dejar cada uno de mis albums favoritos guardados en anaqueles de la memoria. De otra manera, la reseña sería la crónica de una decepción. Había visto un concierto superior hace dos años apenas en South Beach, en el tour del You Are The Quarry, en el cual Morrissey se despachó con tres horas llenas de clásicos de su etapa solista y de la otra.
Pero fue ahí que, cuando ya se habían retirado del escenario, regresaron a tocar una, solo una canción; recordé que aquella mañana, considerando el agobio y las vacaciones de nuevo, había considerado no ir al concierto. Cuando los rasgueos de Please Please Please, Let Me Get What I Want sonaron, algo así como la sensación de haber sido rescatado o de salir de prisión se instaló en mí. Desde aquella noche del martes, sigo intentando reconocerme cada vez que me miro al espejo, pero juro que duermo mejor.

Morrissey - Please Please Please

Mi honra está en juego y de aquí no me muevo

LES LUTHIERS -"Las Obras de Ayer. El refrito". Teatre Musical/ BCN noviembre 2006


Tendría que remontarme a varios años atrás. Si no me equivoco, fue el 81 cuando mi padre alquiló un bungalow y se fue a vivir a El Cuadro. Ese mismo año lo íbamos a ver todos los fines de semana a aquel sitio retirado de la ciudad, enclavado en un cerro y plagado de grillos. En uno de esos difrutados findes llegó a casa (bueno, al bungalow) un cassette que en el lado A tenía: El rey enamorado, La tanda, Consejos para padres y La gallina dijo Eureka y en el B Cartas de color, tal vez el álbum (se le llamará así también?) más popular y recurrente de este grupo de comediantes y espléndidos músicos argentinos que llevan casi 40 años de carrera humorística. Casi nada. Al cassette ese le di tantas vueltas como para aprenderme todos los diálogos de los sketches mencionados y conforme fue pasando el tiempo me fui agenciando otros tantos. Siempre eran cassettes regrabados, unos peores que otros, y alguna vez oí por ahí a algún antipático que se jactaba de haberlos visto en VHS. Acoplar esos sonidos a imágenes siempre fue para mi un misterio y casi podría decir que no es hasta este show y a, claro, el youtube, que al fin le pongo caras y gestos a lo que en cinta me tocaba adivinar.

El tiempo ha pasado y por más que se han hecho mayores y algunos miembros han quedado por el camino, no han perdido la genialidad de antaño. Las incomparables presentaciones de Marcos Mundstock (basta esa voz), que contrapone al hecho que sea el único que no toca ni el timbre. Los inimitables e hilarantes Carlos Núñes Cortés y Daniel Rabinovich, junto a los que tal vez sean menos duchos en escena, por el lado humorístico y en comparación: Carlos López Puccio y Jorge Maronna, quien parece ser el encargado de la mayoría de los libretos. Buen sitio (aunque medio de lado) y a precio razonable (comparado a lo que cuesta verlos en Lima) para ver un gran repertorio. Por más que decía ser refrito, este servidor solo conocía La Cantata del Adelantado Don Rodrigo Díaz de Carrera, aquella narración de un supuesto conquistador que se le adelantó a los demás en su llegada a las Tierras de Indias. Así que me supieron a estreno El Sendero de Warren Sanchez, predicador o profeta que te solucionará la vida; San Ictícola de los Peces, en donde unos pescadores de algún pueblo italiano le van a rezar a un santo para que piquen más peces; Pepper Clemens Sent the Messenger, Nevertheless the Reverend Left the Herd, en donde demuestran lo grandes músicos que son, al cambiar de instrumentos mientras desarrollan el homenage al célebre ginecólogo Von Utter; Quien conociera a María amaría a María, canción interpretada con mímica (ahí ya me dolían las mandíbulas) y La Hora de la Nostalgia, en donde Mundstock hace de un viejito otrora músico famoso nuevaolero. Como para verlos de nuevo.

La payada de la vaca


Consejos para padres / La gallina dijo Eureka


Bienvenidos al mundo de Jenkinson


SQUAREPUSHER – “Hello Everything” (2006) / Warp

Históricamente mis enfrentamientos ante cualquier álbum de Squarepusher han necesitado de una preparación previa para llegar físicamente apto –sin mayores dolores de cabeza- y mentalmente dispuesto a ser atacado severamente por una horda de drills y beats. Pero esta vez fue diferente.

Luego de once años de sorprendernos con su continuo cambio de rumbo y trabajos rupturistas, escucho el primer track del nuevo álbum del de Essex (Inglaterra) y me pregunto – a primera impresión - si me he equivocado de bandeja en el CD player: “Hello Meow” es una ligeramente acelerada secuencia que nunca explota y en cuyo tramo final un bajo da el toque de improvisación. Pero el sabor a jam jazzeado no queda ahí, instrumentos totalmente “orgánicos” dan vida a “Theme From Spirit”, mientras que los arreglos de “Bubble Life” pueden ser efectivamente utilizados hasta en un lounge.

Las dos terceras partes restantes del álbum nos devuelven la versión del Jenkinson mas conocido. “Planetarium” y “Welcome To Europe” son un par de claustrofóbicos drum n’ bass impregnados de espíritu sci-fi, “Vacuum Garden” y “Orient Orange” nos llevan a un mundo campestre absolutamente hipnótico; mientras que el drill n’ bass de “Rotate Electrolite” y “The Modern Bass Guitar” nos son conocidos.

A diferencia de sus producciones anteriores, este viejo innovador deja de lado el concepto de álbum entero, y se lanza con fuerza a la armonía como variable más destacable, donde el formato de canción se acomoda mejor. Sin duda es el álbum más asequible de toda su carrera, la mejor guía de introducción posible al trabajo de Squarepusher (incluido su amor por el jazz). Si no lo has escuchado antes, “Hello Everything” es la mejor puerta de entrada al mundo (y mente) de este loco ingles. De repente ese era el concepto (e intención) del álbum.


Official Website: http://squarepusher.net/

Squarepusher - "Hello Meow"

El adelantao

THE SHINS - "Wincing the night away" (¡2007!) / Sub Pop

No he tenido otra que inspirarme en uno de los innumerables sketches de Les Luthiers para encabezar este adelanto. Será que estoy emocionado porque al fin podré ver en vivo a los célebres comediantes argentinos. Pero eso ya será materia de otro post.

Aquí nos ocupa este estupendo y jugoso adelanto de otra de mis bandas favoritas. Algunos dirán que ya pasó en otras ocasiones, pero no me pregunten cómo se coló en internet un álbum que no debería salir al mercado si no hasta fines de enero. Así que antes que nada debo agradecer a Una Piel de Astracán por el invaluable obsequio y de paso agregarlo a nuestra lista de links de interés.

Pasada la alegría y puestos a escuchar de qué va la cosa, nos recibe una bruma sonora y la voz de James Mercer distorsionada, como contraponiéndose al inicio del Chutes Too Narrow (2003), en donde Kissing the lipless abría con grititos y palmadas. Pero conforme avanza Sleeping Lessons, las guitarras aparecen contundentes otorgándole la fuerza que parecía no tener. Muy buen anticipo para lo mejor: Australia, y la razón por la que quiero tanto a esta banda de un lugar tan ignoto como Albuquerque, New Mexico. Pop retro, luminoso, con su pizca de melancolía, el timbre de voz de Mercer, el solo de guitarra, esas melodías que como pocas logran estremecer. De la misma manera que lo lograban Know your onion!, New slang o Girl inform me del insuperable debut que significó el Oh, Inverted World! (2001). Siguiendo en la lista, la diminuta Pam Berry casi pasa desapercibida, ya que funciona mas de puerta de ingreso a Phanton limb, devolviendo a los Shins más clásicos, si cabe el término. En ese sentido, Sea legs es tal vez la menos Shins (parece a veces The Verve), con sus violines y flautas más, algo impensable en trabajos anteriores. Red Rabbits nos devuelve al inicio, con sus gotitas de sonido (casi literalmente) grandemente secundada por la posterior Turn on me, mi segunda en preferencias. Con Black wave se nos ponen etéreos y en Split needles pareciera que se les acaba la fórmula. Pero Girl sailor nos devuelve la esperanza para luego dejarnos tristes tras la despedida con A comet appears.

Eso, que conforme mas le doy vueltas al disco (bueno, a los emepetrés), más me gusta. Un apurado escribió por ahí que este sería ya el mejor álbum de 2007. ¿Tan así? A no desesperarse, que aún nos queda ver que nos traerán Wilco y Arcade Fire y !!! y Clap Your Hands Say Yeah y ...







Bajar aquí (rapidshare)




Casi Como El Sol

Concierto de Broken Social Scene (St. Petersburg, Noviembre 2006)
Florida es un lugar que apesta, entre huracanes, tormentas y un calor asfixiante, 7 meses del año. Los otros 5, gracias a las brisas heladas del norte que tiemplan el trópico, la hacen la envidia de toda la nación de la hamburguesa. Una de aquellas brisas, precisamente, varó al colectivo de Toronto en la apacible bahía de St. Pete, donde los esperaban aproximadamente 2,000 personas y este servidor, que se comió dos horas de ida y dos mas de vuelta manejando por la interestatal 75.
Llegué temprano, algo demasiado inusual en mí; me dió tiempo para ingerir algo que aguantara los draft beers. El local traía un inconfundible recuerdo al Sargento Pimienta de Barranco, salvando las enormes distancias y las escalas, pues también era un patio, éste unas diez, doce veces mas grande. Afuera, algunos vagabundos y vendedores de artesanías contribuían a la familiarización. De pronto, Kevin Drew y Brendan Canning atravesaron la plazuela a dos metros de donde estaba; para no perder la costumbre de mis compañeros de blog, no atiné ni a pararme. Alcancé un lugar en la primera fila, fui por unas cervezas y tras unos temas de DoMakeSayThink - que no eran sino algunos miembros de BSS mas un guitarrista - casi sin advertencia, 7/4 Shoreline, anti-canción del verano abría el show.
Una repentina revisión a los primeros minutos refrescaba el alma pop de las composiciones, alejadas de la parafernalia post producción. Excelentes versiones de Cause = Time, Fire Eyed Boy, Pacific Theme y cerraron el frenético inicio con el auditorio en pleno haciendo las palmadas de Stars And Sons. Teníamos frente a nosotros a talentosos músicos multi-instrumentalistas que bien cogían el bajo, la trompeta, los teclados o el violín indiscriminadamente y a cobrar. Con la sola excepción de una diosa que de cuando en cuando posaba sus pies en onda barefoot living sobre el escenario: Lisa Lobsinger. Lo de ella era voz pura, encanto y una inocente crueldad al recordarnos, en Anthems For A Seventeen Year Old, pobres de los púberes que alguna vez fuimos, tirando telefónos, parqueando el carro, durmiendo en el piso y soñando con alguna fémina que destruye corazones de chibolos como juguetes nuevos.
Demasiados highlights para una banda que suena 300 veces mejor en vivo y que te asegura un concierto de aquellos, tan eufóricos como emotivos, al punto que no se cansaron de repetir que no se lo esperaban. Hotel, Superconnected, Major Label Debut, Looks Like The Sun en sintonía perfecta con el ambiente floridiano, el proselitismo político implorando a la gente que por favor, VOTEN!, antecediendo a Ibi (Dreams Of Pavement), Almost Crimes y a dónde fueron a parar esos saxos ochenteros, Is All Gonna Break? fungió de pseudo cierre y, a pedido de una grouppie en bastante, a quien ayudé a subir al escenario, KC Accidental. Al salir, de nuevo Brendan Canning y Emily Haines, otro angel, en la puerta recibían saludos del respetable y míos tambien, mientras la grouppie era despachada de escena. Ya bien entrada la noche, no era el sol -aunque se veía casi como él- quien brillaba y calentaba el invierno en la bahía de St. Pete. Las fotos, cortesía de la chica de la sonrisa.




Concesiones Populares

Concierto Christina Rosenvinge (Maria Angola / Lima - Octubre 2006)

Era extraño el ambiente que rodeaba este concierto, donde una estrella olvidada (de repente no tanto) en las emisoras limeñas, resurgía cual ave Fénix. Los días anteriores al recital de la Rosenvinge fueron de total exposición mediática: apariciones en programas de TV orientada para amas de casa en señal abierta, entrevistas en portada del “El Comercio”, reseñas de la carrera de los Subterráneos en los diferentes canales locales de cable. El buen trabajo de la empresa promotora daba resultados: harta expectativa, a la misma vez que acrecentaba mis dudas.

La noche del sábado me cogió desprevenido: un lleno total, sillas ordenadas por filas, y trago a la usanza adulto-contemporáneo. La pregunta que me hacía era si todas las personas que me rodeaban habían escuchado los últimos álbumes de Christina. Creía que se iban a llevar una sorpresa, pero la sorpresa fue mía con la primera canción: uno de aquellos himnos feministas de los Subterráneos, el cual fue coreado por el auditorio entero.

Esperé muchos minutos para que tratar de transportarme nuevamente a esta década, casi en vano, pues solo pude gozar de algunas pocas perlas del último álbum. “White Holes”, “A Liar To Love”, “Continental 62” y un par más fueron los temas mas arriesgados de la noche. El resto (probablemente 70% del concierto) fueron una ráfaga de éxitos (de los Subterráneos) de hace mas de 10 años, los cuales parecían imperecederos en la memoria del colectivo limeño.

En general la Rosenvinge (ya no puedo considerarla Diva) mostró en Lima un show plano, correcto a mas no poder, con una regular banda que sonaba afiatada (oh sorpresa, en las canciones de los Subterráneos tambien!). Definitivamente la consigna era agradar (algo muy contrario a las declaraciones que hizo en una entrevista en TVE hace poco menos de un mes). Y lo logró, los espectadores gozaron, llegando al éxtasis máximo, cuando la gente dejo las sillas (y el acartonamiento) en “Pálido”.

A pesar del agrio sabor que me dejo en general el concierto, el innecesario (y terrible) bis – esa versión de en inglés “Chica de Ipanema” fue imperdonable-; no dejo de considerar a “Continental 62” como unos de los mejores discos españoles del año.

A continuación una pequeña toma de “A Liar To Love”, y en unos días (cuando pueda comprimirlo) subo “White Holes”.


Música de las entrañas

COPYING BEETHOVEN / Dir. Agniezka Holland (Reino Unido, Hungría 2006)

He de decirlo, no me lo esperaba. Siempre que me enfrento a un biopic de alguna gran figura, actoral, literaria o musical, espero lo típico, es decir, investigación sesuda y puesta en práctica de un casi documental en donde se ve el auge y caída del personaje al que se quiere retratar. Casi siempre es un argumento plano y sin mayores matices. Los directores se ciñen demasiado a los hechos y parece que luego se quedan sin ideas. Y uno se sopla entre 2 o 3 horas de soberano aburrimiento.

Bueno, claro, este no es un biopic, pero podría entenderse de antemano. Los guionistas Christopher Wilkinson y Stephen Rivele parten de un personaje ficticio, al plantear que Beethoven haya tenido una copista mujer. Entendiéndose copista mas bien por... ¿editora? (Diane Kruger, otra razón de fuerza para ver la película). O sea, la que recibía las partituras en borrador de las sinfonías del genio y los pasaba a limpio. Y el abordaje de la historia es tragicómico. De la misma forma que uno se puede partir de risa ante la manera como Beethoven (impresionante Ed Harris) destruye una composición de su aspirante a discípula "You invented a new composition: Fartisimo!" o emocionarse ante la presentación de la Novena Sinfonía en sociedad.

Agniezka Holland (a quien descubrí con Europa Europa allá por el 91) nos presenta al gran músico amargado y casi grotesco ("The Beast"), así como sus accidentadas relaciones personales, su sordera y los artefactos de aluminio que se inventa para sentir las "vibraciones" de la música que compone. Todo eso con lo que Anna Holtz (Kruger) tiene que lidiar en el proceso de adaptación que significa trabajar con Beethoven. Si se trata de buscar paralelos, Amadeus (1985) de Milos Forman es lo primero que se me viene a la mente.

Para terminar, debo decir que sospecho que me ocurrirá (guardando distancias) como con The Doors, en la época que vivía en el Altiplano y la larga espera que me supuso el irrisorio estreno (una sala, una semana en cartelera) de la película de Oliver Stone (que al final de cuentas tampoco fue para reventar cohetes). Durante esa espera hice todo lo que pude por agenciarme lo relacionado a la escasa vida de la mítica banda de Jim Morrison (esto hablando de una era preinternet). O como La Pianiste de Michael Haneke y de cómo descubrí las insuperables sonatas de Franz Schubert. Tal y como dice Christopher Wilkinson: "(Beethoven) Fue el primer músico independiente de la historia. Componía según sus normas, no dependía de nadie... Creía que el talento debería valorarse por encima de los linajes y los títulos, un pensamiento muy radical para aquella época". Será por eso.

Copying Beethoven - Trailer

Y pensar que rapeaba

NOBODY & MYSTIC CHORDS OF MEMORY-"Tree Colored See..." (2006) /Mush Records, Rough Trade

En efecto. Elvin Estella, quien anda detrás del nombre de DJ Nobody había debutado el año pasado con un álbum electrónico tirado claramente al hip-hop, con un sonido también identificable a otros músicos tipo Prefuse 73, Four Tet o Caribou, que sin desagradarme, no terminan de convencerme del todo. Así que cuando estaba en CD-Drome (una de las 3..., corrijo, ahora 2, ya que FNAC ya no es lo que era, tiendas musicales que visito al menos una vez por semana a ver las novedades) y acariciaban mis oídos unos sonidos a lo folkies con toques Slowdive y me sacaron el CD, pensé que no sería mas que una coincidencia de nombres, como los Figurines ya comentados en posts anteriores. Pero no. Es el mismo Elvin, que a la vez funge de productor.

Es entonces que la balanza se inclina en su defecto a los Mystic Chords of Memory, conformados por los recientemente casados Christopher Gunst y Jennifer Cohen, ex miembros de Beachwood Sparks y The Aisler Set, respectivamente. Y ahí si que la cosa cobra sentido, porque luego de Beachwood Sparks vino All Night Radio, que mas folkie y psicodélico no se puede ser. Pero claro, el amalgama de DJ Nobody es el que le da el toque especial a una producción claramente folk-psicodélica. La apertura con The Seed ya da muestra de eso, con sus tamborcitos tribales. Y en Decisions decisions los samples de Nobody acentúan el tono setentoso y a veces soul del disco, pasando por Broaden a new sound, tal vez el que sería el single, y donde a Gunst le cuesta un tanto llegar a los altos, para luego dar paso a mi favorita, Coyote's song "In the fields were the berries grew, coyotes come to sing to you...". Memory suena mas a Mojave 3, ese proyecto posterior a Slowdive, y tal vez sea la que corte la buena racha de los temas iniciales, solo alcanzados luego con Feet upon the sand, donde una vez mas irrumpe esa flauta que me hace acordar a la salsa de la época de Fania (¿verdad que suena a piedra?).


Leía por ahí que el álbum tenía 2 mitades conceptuales, la primera relacionada a la tierra y la segunda al agua. Ah ya. Por algo empieza con la semillita (The seed) y termina flotando (Floating) ¿no? O es que como ocurre con la mayoría de CDs que me he agenciado últimamente, primera sólida mitad y segunda mitad que hace aguas. Así y todo vale la pena agenciárselo. Ahí les va:

Nobody & Mystic Chords of Memory - "Tree Colored See"






Imposible Redención


LADY VENGEANCE / Dir. Park Chan Wook (Corea del Sur, 2005)
La Venganza - ya la habremos sufrido, ya la habremos gozado- nos desconoce; viviendo con ella, la redención en perfecta simbiosis. En la película final de esta Trilogía de la Venganza, Park Chan Wook termina de recrear una vida mas sentenciada a buscar inexorablemente la disculpa que quita el sueño, el horror que encuentra un motivo. Una bella joven de 20 años, Lee Geum-ja, condenada a prisión por un crímen cuya inocencia es relativa, diagrama un plan cuya ejecución conlleva la ayuda de sus compañeras presidiarias, a quienes las hizo venerar como a un angel y comprometerlas en la ejecución de la tarea. El relato progresa entonces descifrando los hechos anteriores al asesinato, en narración aleatoria y a veces incómoda, agravada por los subtítulos.
He sostenido, menos certeza, mas pasión - y aunque la frase no sea mía - que en los últimos años lo mejor del cine ha venido de Asia. En la Filmoteca de Lima conocí el cine de Takeshi Kitano, maestro de Chan Wook y referente ineludible, ultraviolencia con profundidad metafísica en cuadros hermosos. La elaboración de Lady Vengeance carece de la complejidad de su predecesora Oldboy, bastante obvio si consideramos a esta última, discutiblemente, como la mejor película de la década. No obstante, nuevos cuestionamientos al derecho a la vida y a la irrelevancia de nuestra voluntad frente al destino se hacen presentes.
Una vez finalizado el cometido, la vida se revela distinta en palabras de Chan Wook: La venganza hace nacer en el héroe a una persona nueva, poniendo fin a su tediosa e irrelevante vida. Cuando ésta se haya cumplido, el fin de esta persona nueva deberá ser enfrentado, el placer de una razón para vivir tal vez no encuentre reemplazo, pues ya lo dice el vals, el rencor duele menos que el olvido.

Trailer

Carnaval Balcánico

BEIRUT - "Gulag Orkestar" (2006)/ Ba Da Bing!

Cada cierto tiempo, nos vemos sorprendidos por algún nuevo ciber-talento, o web-celebrity. Alguien que se las arregla para encontrar el suceso que generaciones enteras buscaban durante toda una vida, y que consiguen en apenas un par de años, acaso meses. Hay jóvenes que crean buscadores en la web, servidores para alojar vídeos o venden los pixeles de su página web y se embolsan una millonada de dólares; hay también quienes reparan en una de las fantasías mas rankeadas de la vida urbana, esto es, un paseo por el Viejo Continente, el este incluído, por el cine de Kusturica y las bandas sonoras de Yann Tiersen, y a cobrar: la blogósfera entera se empeña en demostrar quién lo vió primero.
Suelo ser bastante desconfiado de estas web-celebrities, menos por cainófobo que por el ya mencionado hype versión myspace (hace poco, Q probó la idea de lanzar al estrellato a la banda mas mediocre del mundo a partir de una red de amigos de la mencionada web, ver aquí y aquí).
Sin embargo, los enlaces de Zach Condon, 20 años y proveniente de Albuquerque, NM, se multiplicaron y en meses era imposible evitarlo.
Condon nos sumerge en esta, su propia visión, del Viejo Mundo. Las fotografías coloreadas de balalaikas, ukeleles, acordeones y trompetas sirve de escenario para una voz que se convierte en un instrumento más, conductor de melancolías y cargado de con resemblanzas a David Byrne, o mas bien, a los imitadores del vocalista de Talking Heads, empezando con Clap your hands say yeah! y paro de contar.
Abre los once temas, poco mas de 37 minutos, la fúnebre Gulag Orkestar, recuerdos de procesiones y olor a incienso, para dar paso a los mejores momentos del álbum, alcanzando el clímax con el tándem Brandemburg - Postcards From Italy, esta última lo mejor del disco. En Scenic World, Zach recalca que la intención primaria de las voces es hacer de ellas un instrumento, mas allá de las letras.
Un album notable, una propuesta original que opaca definitivamente la monotonía sonora de la escena independiente. Y un bálsamo efectivo para quienes habíamos perdido la confianza en tiempos de blogs, youtubes y myspaces.

Bajar "Postcards From Italy"

Beirut - Postcards From Italy

Nórdica Independencia

PETER BJORN AND JOHN – “Writer’s Block” (2006) / Wichita


Suena contradictorio, pero normalmente nuestro ámbito de exploración para propuestas de indie rock, están centradas en regiones no tan independientes como Norteamérica y el Reino Unido. Pero pasa algo fuera de sus linderos?

Los países no anglo sajones han sido catalogados como fuente regular de estilos alejados del rock: electrónica, jazz, experimentación, etc; pero desde hace un par de años nuevas generaciones de músicos en estos países quieren invadir otros territorios y lo principal, expresarse en ingles y no en su lengua materna: por ejemplo el movimiento shoegazer en Francia (M83, Aswefall) y en Noruega (Serena Maneesh); el electro/rock de Soulwax (Bélgica), pero ha sido Suecia, quien ha podido generar un buen puñado de bandas / solistas con cierta calidad para lograr cierto impacto fuera de sus fronteras: el lo-fi de The Radio Dept., las baladas de Jose Gonzales, el electro pop de The Knife, y el indie rock de The Concretes, The Legends y principalmente Peter Bjorn and John.

“Writer’s Block” es el tercer álbum de esta banda formada en Estocolmo hace ya 7 años y las ideas son otras respecto a sus álbumes anteriores. Con una banda mas madura, son mejores contando historias y catalizando sus propias reflexiones, manteniendo la frescura de espíritus libres. El complemento ideal a esas letras tan vivenciales, es el sonido bastante original que amalgama influencias del post punk y new wave de comienzos de los ochenta, psicodelia noventera y pop sesentero; que transforman la obra en una de las mejores instantáneas de este año: puro indie rock (no se que otra etiqueta le quedaría mejor).

Luego del breve intro, el eléctrico auto exorcismo de Peter Morén en “Objects Of My Reflection” nos cala realmente ondo; la juguetona “Amsterdam” nos deja pegados en la vagancia con ese silbido repetitivo y la relajada voz de Björn Yttling. “Up Against The Wall” podría ser incluido en cualquier soundtrack del hype de los 2000’s; “Paris 2004” y sus delicadas guitarras anda a media onda entre Aztec Camera y Prefab Sprout; “Roll the Credits” se expande en un narcótico y repetitivo sonido campestre digno de cualquier buen manual de psicodelia.

Pero los mejores momentos del álbum vienen dados por la angustia power pop de la psicodélica “Star to Melt” y sus monolíticos crescendos de guitarras; la triple composición (incluido John Eriksson) “The Chills” con sus aceleradas y sintéticas percusiones en contraposición a las etéreas voces; y finalmente esa declaración dos almas desnudas de recién iniciados, donde el perfecto dialogo entre Peter y Viktoria Bergsman (The Concretes) suena a pura adolescente confesión amalgamados con unos sublimes arreglos de maracas, percusiones y bajos profundos que convierten a “Young Folks” en uno de los singles del 2006.

El momento indie del año viene de Suecia con mucha emoción y delicadeza.


Peter, Bjorn & John - "Young Folks"


Apología al Rock

Concierto de Gustavo Cerati (Lima – Septiembre 2006)

En principio la noche no pintaba como una memorable, todo lo contrario: un día muy duro en el trabajo, el horario del concierto no era el mejor, casi 40 minutos desde mi casa hasta el lado opuesto de la ciudad (quien se le ocurrió hacer el concierto en la ex Feria del Hogar!), el clima generoso de Lima que contribuía a mi bastante avanzado resfrío y principalmente mi actitud ante lo que el argentino pudiese producir en el escenario.

Después de haber presenciado (no estoy exagerando) el gran concierto que ofreció el Gus en el 2003 en plena gira del “Siempre es Hoy” (BMG – 2002), que encontraba al ex - Soda en un punto de apertura tecnológica, retraída en su ultima entrega “Ahí Vamos” (Sony – 2006), mis expectativas no eran altas. Se habría convertido ya en un dinosaurio sufriendo crisis de la edad madura?

Luego de un mesiánico inicio, tan inesperado como no tan sorprendente, el ahora camaleónico Cerati toma en serio su nuevo papel, el telón se abre (o literalmente baja) con “Al fin sucede” – inicio también de su último álbum – y así comienza su karaoke personal.

Apoyado con una sólida banda de personajes igual de trasnochados – profesionales con bastante recorrido como Richard Coleman – en la primera parte del concierto, Cerati repasa principalmente una a una las canciones del “Ahí Vamos”, sin mayores variantes, pero con una fuerza que si justifica su tan mentado “back to basics”. En esa primera hora y media, no fueron los correctamente bien interpretados temas del último álbum lo que nos queda en la memoria, sino las feroces revisiones (en tono mas guitarrero) de un par de temas de Soda: aquel “Toma La Ruta” del “Dynamo” (CBS – 1993) y “Ecos” rescatado del “Nada Personal” (CBS – 1985).

Tras un débil set acústico (incluso me dio tiempo de ir a comprar una cerveza), una forzada versión mas eléctrica de “Cosas Imposibles” y una coreada “Vivo”, se produjo el bis obligatorio y dio paso a los mejores minutos de la noche.

Con “Lago en el cielo” y “Crimen”, Cerati nos recordó la facilidad que tiene para tocar nuestra sensibilidad, “Planta”, “Puente” y la final “Jugo de Luna” nos dejaron claro la habilidad del bonaerense para crear armonías con las guitarras; mientras que “Prófugos” y “Paseo Inmoral” desplegaron el concepto de este (ahora viéndolo en retrospectiva) muy buen concierto: el rock tiene estirpe dura, siempre estará vigente, inclusive con los avances tecnológicos y los cambios de tiempos. Un verdadero homenaje a este estilo musical y a sus influencias (ese gran empalme de “Paseo Inmoral” con “The Jean Genie” de Bowie). “Stadium Rock”? Quizá en parte, pero lo que nos deja claro es que Cerati (y el rock) aun están vigentes y en buen estado.


Finalmente, les dejo algunas filmaciones y fotos que hice del concierto.

"Lago en el Cielo"



"Toma La Ruta"

Un Buen Vintage


M. WARD - "Post-war" (2006)/ Merge
En la costa oeste todavía queda espacio para añejar el rostro a punta de nostalgia; habría que culpar a los aromas de Napa Valley o del condado de Sonoma, o a las mujeres que se olvidan en botellas de Merlot de 10 dólares, pero que dejan su registro en la agridulce y áspera voz de Matthew Ward.
Lejos de enmendar el pasado, M. Ward pareciera copar la ya mentada nostalgia desde un punto de partida distinto cada vez, técnica conocida en las aulas de primaria como "Horror Al Vacío"; sea ésta la autocompasiva de "Transfiguration Of Vincent" (2003) o la de épocas mejores, en las que los DJ's respondían a sus gustos antes que a diagramas en Excel de grandes corporaciones discográficas, como en "Transistor Radio" (2005). Esta vez, las imágenes de una post-guerra 40's-50's no solo se dibujan y desdibujan en los tremolos de la Epiphone con palanca brigsby, denuncia tambien el obsoleto y efímero apogeo americano con que nacieron los baby boomers.
La vida en menos de 18 meses, transcurrida grabando y produciendo albums como aquel honestísimo "I'm The Resurrection - A Tribute To John Fahey" (con otras legendarias guitarras independientes como Lee Ranaldo de Sonic Youth o Jason Lytle de Grandaddy), o haciendo el score y algunos cameos para la próxima "The Go-Getter", no le ha velado el rostro de trovador. Como aquel intruso que se atrinchera en la esquina de la sala y le da a la guitarra, tomando en cuenta -aggh- esas politonales y audaces canciones, desliza la noche entre botellas y buen rock and roll.

M. Ward en The Late Show With David Letterman

Parodia fraternal

THE FIERY FURNACES - "Bitter Tea" (2006) / Fat Possum

Los hermanos Friedberger llevan unos pocos años tocando y experimentando con cada nuevo álbum o EP al que se enfrentan y yo ni caso. Nacidos en Illinois, no dudaron en afincarse en la prolífica Gran Manzana, mismo lugar de donde vienen las propuestas menos convencionales de la música actual.

Lo primero que oí de ellos venía del "Blueberry Boat" (2004) y me costaba entender las críticas favorables hacia lo que este dúo ofrecía. Pero, como ya se me hace patente, una escucha radial (esta vez en AccuRadio ) me hizo por un momento recapacitar en mis apreciaciones. La canción culpable de lo mismo fue Benton Harbor Blues, tal vez lo más accesible que esta banda haya compuesto a la fecha. Así que ipsofacto a internet a buscar el resto del álbum, a ver que tan cierta era la cosa. El asunto es que luego de una primera y apurada escucha, no pude si no acogerme únicamente al tema que me animó a darles una chance, que además, en esa versión, solo estaba al final del CD, a manera de bonus track. Casi todo lo demás fue como un sopapo.

Parece que el señor Matt no se anda con chiquitas a la hora de meterle arreglos y deformar todo lo que en principio podrían ser melodías amables, canciones de pop simple y sin florituras. Las guitarras acústicas de antes ya ni están. Todo son teclados que parecen de juguete y efectos de sonido espacial. In my little thatched hut suena tétrica, psicodélica y, al mismo tiempo, a canción de algún villano de la Marvel. Eleanor canta a veces como jadeando, como si la estuvieran persiguiendo. Y de nuevo los efectos rarísimos. Los cambios de ritmos inesperados se suceden unos a otros. Luego Matt nos canta al revés, como burlándose de esos mitos que decían que si al Hotel California de los Eagles lo escuchabas al revés se escuchan mensajes satánicos ¡Y todo eso en una sola canción! I'm in no mood sigue la misma nota igual de tétrica, como una segunda parte de la anterior, dando hacia el final la apertura de la triste balada que es Black-hearted boy. La canción que da nombre al álbum es decididamente oriental y tiene una introducción que parece broma. Teach me sweetheart es una de las cumbres del artefacto en cuestión, en donde los cambios se suceden, digamos, de forma más natural. Pero no es hasta The Vietnamese telephone minis (el nombre lo dice todo) en donde ya se les termina de ir la olla a Matt y Eleanor. Esa sí que no hay por donde cogerla, al igual que Oh Sweet Words, donde hasta tributo a Billy Jean le meten o Whistle Rhapsody, especie de Pink Floyd o (claro) Queen revisitado, con un insoportable pitido al medio de la misma ¡Cuidado con los tímpanos!

Ahora, si te saltas lo anterior seguramente que igual de entrada tampoco te guste, pero cuando menos lo pienses y sin darte cuenta te pondrás a dar bailecitos estúpidos al compás de Bitter Tea o Borneo.







Ver video arquitectónico aquí

Las muñecas y el hastío

BUBBLE / Dir. Steven Soderbergh (EE.UU. 2006)

Ya todos sabemos que Steven Soderbergh se hizo famoso con "Sex, Lies and Videotape", hace casi 20 años. A partir de ahí y hasta nuestros días se ha convertido en toda una eminencia en Hollywood y a veces mete el pie en la producción independiente. Unas como productor, como en las muy apreciables "Far From Heaven"(2002), "Insomnia"(2002), "Syriana"(2005) o "Good Night and Good Luck" (2005) y otras tras la cámara, como en "Traffic" (2000,... ¿o acaso se consideraría mainstream?) o "Solaris" (2002, pendiente por ver). No creo que valga la pena comentar una (creo yo) sobrevalorada "Out of Sight" (1998) u "Ocean's Eleven" (2001) y su sucesión, que me negué a ver tanto por el tema (ladrones fashion que se salen con la suya) como porque a Julia Roberts simple y llanamente no la soporto. Misma razón que me impidió ver "Erin Brockovich" (2000).

Terminado el recuento, la película que nos ocupa cae dentro del primer grupo. O sea, del tan mentado cine independiente. Y de qué forma. Casi estamos hablando ya de una receta, como la planteada por Von Trier y su Dogma 95. Primeros planos de actor-actriz principal poco dotado/a, tomas tipo postal de algún suburbio sin gracia en alguna zona perdida de los States y las letras del título bien en grande (como para que no se te olvide) sobre una de esas tomas, con un buen fondo musical. Si en Junebug hablábamos de Yo La Tengo, aquí son puros rasgueos de guitarra pelada de nada menos que Robert Pollard, el que fuera líder de los recientemente disueltos Guided by Voices, el mismo que empezó su carrera musical en sus cuarenta y pico, casado y con hijos. Como para que nunca se pierda la esperanza.

A la historia no hay muchas vueltas que darle. Una fábrica de muñecas (impagables tomas de la producción en serie de las mismas) en algún lugar en le límite entre Ohio y West Virginia en donde se gana la vida Martha, que comparte sus momentos de único afecto con su amor platónico Kyle, apático y de pocas palabras, que además hace un segundo turno en una fábrica de palas. La aparente paz (aburrimiento dirían algunos) que se respira en el ambiente se ve alterada por la aparición de la enigmática Rose y de allí pasa lo que tiene que pasar. Dicen que son actores amateurs, interpretándose un poco a ellos mismos. Y eso en buena parte se nota, con la exclusión de Misty Down Wilkins (Rose), que es la que claramente resalta en una película que no se siente tan corta como es (73 minutos) pero a la que no deja de faltarle algo.

Ver ¿trailer? Mas bien son las imágenes que recuerdo al final aquí

Cuanto Dure El Tour


SONIC YOUTH - "Rather Ripped" (2006)/ Geffen
De todas las formas posibles, la imagen no dejó de perturbarme el cerebro en los noventas: una quinceañera expuesta al mórbido ataque rítmico de un freak, o el video del mega-hit, si acaso tuvieron algo cercano a eso, Bull In The Heather. El remite, pensé, señalaría el imaginario de David Lynch, pero se leía la casilla postal de la legendaria banda de New York, dejando por sentado su afecto enfermizo hacia el pop; la banda alguna vez se embarcó en un proyecto de covers de Madonna, (Ciccone Youth), cuando ni hacer covers ni rendirle pleitesía a la diva era cool.
Tras los albumes noventeros, que no me volvieron un fanático de Ranaldo, Thurston, Sheeley y Kim Gordon, llegaron los albums del nuevo milenio, y con ellos un áura especial, el Murray Street y el Sonic Nurse fueron los primeros albums que me costaron mis-bien-pagados-11-cocazos. Supuse que se debía al jale de Jim O'Rourke como músico, y si algo de eso había, su repentina deserción para dedicarse al cine me bajó la nota con el Rather Ripped. Y, como me dijo un amigo con quien no hablaba en años, supuse que se rendirían a la demolición de los fans que les exigen el veintiúnico disco de toda la vida. Casi podía escuchar la frasesita aquella, "volver a los orígenes".
Afortunadamente, este disco dibuja un tríptico junto a los otros dos, superior incluso a ambos. Aunque será difícil no sentir nostalgia de las brisas de jazz al llegar a "Pink Steam"; tambien será imposible escapar a la claustrofobia entre los arreglos de "Or", al hipnótico oscilamiento de armónicos y cuestionamientos en "Do You Believe In Rapture", o a la ternura de "Jams Run Free". La Juventud Sónica lleva mas de 20 años redefiniendo su música, hoy en perfecto estado, y acaso no exista otra banda que honestamente supo quien fue, a cada edad.

Sonic Youth - Incinerate (Late Show)


Intimismo Digital

JUNIOR BOYS – “So This Is Goodbye” (2006) / Domino

Normalmente soy bastante prejuicioso con aquellos proyectos con muchas reminiscencias a la era de oro del pop sintético, que sigue siendo, al menos aquí en Lima - para muchos facilistas-, sinónimo de under y estandarte de lo-único-no-comercial-alrededor-del-mundo. Mucho de esa infravaloración no viene solo por la parte subjetiva de mi ser, sino también por las pobres propuestas relacionadas al estilo en los últimos años, que no nos deja sino pocas canciones disfrutables: electroclash, electro-dark, neo synth pop, etc. Bajo esa premisa, tendría que haber desechado a una serie de bandas que podrían ser (mal) consideradas en el mismo bolso, como los mismos Junior Boys.

Pero porque estos canadienses no pueden ser considerados descartables con una propuesta a priori que no desborda pura originalidad; simplemente porque al igual que toda la escena del país del norte tienen la facilidad única para el reciclaje sonoro: hacer no tan obvias sus influencias, no realizar una copia al carbón y madurando un producto que no tiene sabor a pasado (desde el dub de Deadbeat, el house de Marc Leclair, el indie rock de Arcade Fire, etc).

Mientras que el primer álbum “Last Exit” (2004 / Domino) fue una perfecta convergencia entre beats plásticos, ritmos urbanos, experimentación profunda y vocales sensuales dando de inmediato la sensación a clásico; en este segundo largo el amplio campo de influencias aparentemente se reduce, o al menos el resultado mas parece un memorabilia de los primeros ochenta (o si quieren a los finales de los 70`s) soportado por el formato de canción que redondea la propuesta. Greenspan y Didemus en poco más de 50 minutos consolidan 10 tomas (synth) pop inmersas en melodías resplandecientes, percusiones desgarradoramente frías y aterciopeladas vocales que cada vez prevalecen mas, tanto en la canción como en la mente.

“Double Shadow” es corte electro (micro) house con un inicio dub que Vladislav Delay incluiría en cualquier álbum de su alter-ego Luomo. “The Equalizer” deja en claro cuanto la elegancia frígida de David Sylvian (y obviamente Japan) es inspiración del dúo de Montreal. “Count Souvenirs”y “FM” tienen la esencia de la melancolía digna de unos primerizos Soft Cell o Depeche Mode. “So This Is Goodbye” y “Like a Child” son baladas con narcóticos arreglos que miran con desilusión a la pista de baile. “Caught in A Wave” con su claustrofóbico y oscuro beat es el perfecto preámbulo para una desconsolada versión de “When No One Cares” (Sinatra) donde la voz de Greenspam transmite en solo 4 minutos una profunda desolación.

“So This Is Goodbye” es un álbum para almas solitarias, construido por una paleta de sonidos y letras que sublimemente te sumergen en un dulce aislamiento; solo el inmenso primer single “In The Morning”, con ese beat asmático y la sintética progresión vía Andi Toma (Mouse On Mars), te invita al movimiento. Momento intimo.
Junior Boys webpage:

Y para oír algunos temas click aquí

Reciclándose sin miedo

YO LA TENGO - "I am not afraid of you and I will beat your ass" (2006) / Matador

Ya me lo había contado Luisito, que nunca se equivoca. Yo La Tengo adopta el curioso nombre a raíz de una anécdota beisbolera (una razón mas para tener a esta banda entre mis favoritas), tal como él me dijo, pero con algunas diferencias, si la Wikipedia no miente. La historia se remonta a los años 60, y no los 80, cuando la banda empieza a tocar, como yo pensé. Durante esa época en la MLB la camada latina no debe haber sido muy numerosa y en los New York Mets jugaba un venezolano llamado Elio Chacón, que no hablaba ni papas de inglés. Entonces, su compañero de equipo, Richie Ashburn aprendió a gritarle "¡Yo la tengo, yo la tengo!" para que el hombre (bastante amplio, por lo que leo) no le dé un encontronazo al ir por una bola alta.

El caso es que esta ya legendaria banda de New Jersey lleva mas de 20 años de actividad musical y 12 álbumes en su haber. Aunque me animaría a decir que no es si no a partir del gran "Painful" (1993) que el grupo llega a un sonido característico, mezclando lo melódico con lo experimental, los oasis calmos con la furia guitarrera. Desde allí todos son momentos célebres: "Electr-o-Pura" (1995), "I can hear the heart beating as one" (1997), "And then nothing turned itself inside out" (2000). Con "Summer sun" (2003) se perdió fuerza, a pesar de temas muy buenos, como The season of the shark, Winter a-go-go o la magnífica Little eyes. Luego cayó un oportuno compilatorio con una yapa tan apetecible como "A smattering of outtakes and rarities", lados Bs y rarezas para el deleite de los fans. Hasta que finalmente apareció esta nueva pieza.

Escucho la obertura, Pass the hatchet, I think I'm goodkind, y no puedo quitarme de la mente a James Mc New dándole al bajo esas mismas cuatro notas a lo largo de los mas de 10 minutos de duración de la misma, con una gran sonrisa, mientras Ira Kaplan se mandaba unos solos alucinantes, durante el concierto que ví (parte del mismo en el video de mas abajo). Beanbag chair nos pone de nuevo a esos grandes temas melódicos de antaño, con ahora una mayor presencia del piano. Y Mr. Tough es toda una osadía. Al margen de las claras referencias soul, el falsetto y las trompetas, me hace acordar a las tonaditas que le ponían a Charlie Brown ¿Era David Brubeck? Que alguien me corrija, si no. The race is on again es como una estupenda segunda parte de Little eyes y The room got heavy, especie de psicodelia minimal, me hace volar, con una imposible mezcla entre Stereolab y ... ¿¿¿Santana??? Daphnia sigue la línea de las fluctuaciones sonoras para quedarse pegado, como las de Spec Bebop o Mr. Ameche plays the stranger. La inigualable melancolía de The weakest part y Song for Mahila... ¿Sigo? Es que ni temas rockanroleros fuera de foco como Watch out for me Ronnie le restan méritos a un álbum que además de generoso en duración (¡casi 80 minutos!) es redondo de principio a fin.

Como predije aquí, me va a pasar como con Wilco en 2004. Este es el mejor CD, de lejos, en lo que va del año en curso y ya estoy saboreando la invaluable segunda oportunidad de verlos y disfrutarlos, a fines de noviembre, en un concierto esperemos más largo.





Y si quieres más, descarga el álbum entero aquí

Yo La Tengo - Mr. Tough

Gracias por la música


THE RADIO DEPT. - "Pet Grief" (2006)/ Labrador
¿Has sentido desprecio alguna vez por el novio de la chica que te dejó, o para ser más preciso, por sus abominables gustos musicales? ¿Reparaste, al menos, en ellos? Perteneces entonces a la estirpe de estos suecos de Malmö, comulgantes con la costumbre de separar a la gente de acuerdo a sus gustos musicales; Así, como quien hace una reverencia, empezarán a recitar "Slowdive, Ride...". Con la reflexión de la ex se lanzó el primer single del disco, junto con uno de los mejores videos del año, mas abajo.
La impecable factura de los 12 temas es una operación reveladoramente sueca. Con la misma ingeniería de un SAAB, decidieron copiar el nombre de una tienda de reparación de radios (habían formado un colectivo artístico en el cual ellos serían el "departamento de radio"), tomar prestado del parnaso de los shoegazers las mejores atmósferas y melancolías, las adaptaron con percusiones que en principio se reproducían de un mini-disc, escribieron canciones en simple y casi perfecto inglés y a cobrar. Y vaya si lo han hecho magistralmente: Otra de la cofradía, Sofia Coppola, ya escogió tres temas de los suecos para Marie Antoinette. Acá estarán compartiendo el soundtrack con Kevin Shields, The Cure, Squarepusher, Aphex Twin, New Order, Gang Of Four, Siouxsie, entre otros. No puedo imaginar a los suecos seguir con la mirada perdida en los zapatos despues de la noticia.
Uno escucha el disco y la verdad suena parejo de principio a fin, pero no puedes dejar de sentir la ausencia de algo. ¿Originalidad? Tal vez, pero eso suelo sentir en el 90% de discos hoy en día; ¿acaso demasiado frío? Puede ser, pero realmente sospecho que la respuesta sea la misma a por qué Suecia tiene jugadores que no envidian la habilidad sudamericana (Ibrahimovic, Larsson y Ljumberg) y sin embargo jugó tan feo en el mundial, o por qué sus grupos cantan casi todos en un excelentemente impostado inglés (The Hives, Roxette, ABBA) pero sin definir una identidad propia. Mientras empiezo a escuchar el Souvlaki, se me ocurre que tal vez no sean los japoneses los mejores imitadores de la cultura occidental.

The Radio Dept. - The Worst Taste In Music

No hay primera sin segunda

CLERKS II / Dir. Kevin Smith (EE.UU. 2006)

Muchos consideran a Kevin Smith uno de los paladines del llamado cine independiente que tuvo buena pegada allá por los 90. Recuerdo haber leído alguna vez en la Magnet o en una revista similar, un paralelo que se hacía entre el cine independiente y la irrupción del lo-fi de las mismas épocas. Entre todas las comparaciones de la lista aquella se me quedó en la memoria el equivalente de "El Mariachi" de Robert Rodríguez con el "Bee Thousand" de Guided By Voices, ambas hechas con presupuesto ínfimo y ambas con resultado sonoro-visual bastante chacra, por así decirlo. Y el nombre de Smith aparecía mas de una vez en la lista aquella.

Me tomó algún tiempo encontrar Mallrats (1997) en cable, una comedia simpática en donde la famosa pareja de Jay y Silent Bob hacían de las suyas, siempre en segundo plano. Luego, dejé pasar la mas reciente Jersey Girl (2004) después de leer un par de críticas que la tildaban de cine comercial burdo y sin gracia. Ya con la venida de Clerks II, me animé de una vez por todas a bajarme la tan mentada primera parte y ver que tan cierto era todo. A los que no se la saben, Clerks es la historia (si es que se le puede llamar historia, ya que como en Seinfeld, ahí no pasa nada) de dos amigos, Dante y Randal que trabajan uno en un mini-market y el otro en una tienda de alquiler de videos. De sus patéticas vidas y de la gente que tienen alrededor va la trama, que de alguna forma se repite en esta segunda parte. Ambos personajes 10 años después van de mal en peor, ahora empleados en una franquicia de hamburguesas. La película tiene sus buenos momentos y otros bastante olvidables. Pierde mucho cuando se acerca demasiado al humor escatológico de American Pie y similares y mejora en cuanto a las referencias cinemeras: la burla hacia el Señor de los anillos y, en especial, la imitación de Jay de la escena aquella del serial killer de The Silence of the Lambs con esta canción:

Me gustó mas la banda sonora de la primera, aunque aquí el espíritu noventero sigue presente (Soul Asylum, por favor!). Y a no perderse los créditos finales que esconden frases como : "Thanks to mom and dad for having sex". Que más decir, ni la primera es la gran pela que muchos dicen, ni esta es la confirmación que Smith esté acabado. No sé por qué me late que hay Jay y Silent Bob para rato.

Clerks II Trailer

Colisión En Curso


Crash/ Dir. Paul Haggis (USA, 2005)
Tras mas de un año y tres premios de la Academia desde el debut de Paul Haggis, nominado también por el guión de Million Dollar Baby, por fin pude conmoverme con ella hace una semana con todos los prejuicios encima, por el hecho de ignorar olímpicamente a la otra Crash de Cronemberg, por las tres estatuillas y por haber sido Haggis productor, nada menos, que de ese adefesio llamado "Walker, Texas Ranger" donde Chuck Norris se disfraza de sheriff en onda Minutemen.
Y arrancamos mal encima, con una metáfora un poco disforzada, eso de que en las ciudades uno extraña la experiencia tactil y por eso colisiona con el resto (!). Haggis tampoco pretende descubrir la pólvora: a la estructura narrativa de Short Cuts de Altman se le suman personajes estereotipados racialmente que irán tejiendo parábolas urbanas con moraleja. Nada que no se haya hecho antes, previsible y hasta cierto punto poco creíble. Ahora, si me leyeron hasta acá, se preguntarán por qué entonces la recomiendo? Porque es muy cierta. Y esa misma es la tragedia de los Estados Unidos del nuevo milenio.
El paralelo trazado por el infortunio de dos parejas adineradas, una blanca y otra negra, conduciendo la misma cañaza, consiste en ser asaltados por dos negros en el primer caso, ser humillados y violentados por la policía en el segundo; el iraní que es tomado por árabe, la hispana que es tomada por mexicana, el negro que cae fulminado cuando le quería mostrar la devoción por San Cristobal, el country y el hockey sobre hielo a un blanco paranoico. Todo esto y mas es mostrado desde la impasividad de una cámara que invade el espacio interior de ese engaño llamado corrección política, tal cual es. La explicación a esa paranoia de la que se le acusa a la cultura americana en consenso mundial radica en el enclaustramiento de sus opiniones. Una vez que este contenedor hace "crash" se obtiene licencia para dejarlas escapar. Sandra Bullock, víctima de un robo, no tiene reparos en disparar a diestra y siniestra.
Asistimos entonces al discurso concreto de alguien que, a pesar de ser canadiense, o tal vez precisamente por eso mismo, expone lecciones concretas que no dejan lugar al juicio del espectador y en donde por lo general, el caucásico sale mal parado (en el mejor de los casos, un maestro Matt Dillon nos muestra que es solo un buen tipo con un racismo contra el que no puede luchar -You think you know who you are... you have no idea). Y esto irrita: hay decenas de foros en internet que piensan que esta película es la peor ganadora del Oscar, por encima de las ya insoportables Gladiator, Forrest Gump, Titanic, Shakespeare In Love o A Beautiful Mind. Personalmente, no veía mejor decisión de la Academia desde los días de El Silencio de los Inocentes, con la excepción de la ya mencionada Million Dollar Baby.
Para muchas sociedades, europeas o latinoamericanas, este drama es un poco disforzado, ilegible, predecible. Puede serlo. No lo es para quienes hemos enfrentado una sociedad que va de colisión en colisión, dejando a merced de sus miedos la decisión de jalar el gatillo.

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Crash Trailer

De Regreso Al Sonido De Furia

Gustavo Cerati – “Ahí Vamos” (2006) / Sony Internacional

En los últimos meses he vuelto a tomar la no muy sana costumbre de escuchar radio - más aun si es en Lima -, no solo porque podríamos decir que la programación de Doble 9 ha mejorado, sino porque mi auto no tiene CD player. Justamente en uno de esos tramos nocturnos donde necesitas compañía no necesariamente física, acudí a ese maldito artefacto y apenas encendido me encontré con una tempestad de guitarras bastante rockeras, y la voz de Cerati filtrándose hasta ocupar el primer plano. Sorpresa.

Si repasamos su actividad discográfica, el Gus anda siempre encandilado hacia la evolución técnica / tecnológica, soportada por las diferentes influencias que no tiene ni un reparo en mostrarlas: En “Amor Amarillo” (1994/BMG) andaba pegado al shoegazing, “Bocanada” (1999/BMG) nos dio su tono mas pop, en tiempos de auge comercial del brit pop, y “Siempre es hoy” (2002/BMG) hizo que Cerati finalmente nos lance su definitivo álbum electro-pop. Cuando me esperaba un disco que continuase la onda electro (también por sus trabajos paralelos – Plan V, Ocio y Roken), el bonaerense transmite en este álbum todo su potencial pop envuelto en dureza rockera.

“La Excepción”, aquella primera canción del álbum que escuche en la radio y “Dios nos libre” beben del noise y del hardcore; el rock en estado puro se sumerge en los riffs de “Al fin sucede”; “Lago en el cielo” y “Jugo de Luna” con esos gaseosos punteos con delay parecen sacados de algún baúl de la cara mas oscura de la new wave; “Bomba de tiempo” parece seguir el revival post punk / funk de los últimos años. Mientras que “Otra Piel” y “Adiós” son baladas que apuntan al buen rock que puede ser fácilmente comparado con similares trabajos de otros otoñales como Echo & The Bunnymen o Morrissey; a pesar que “Crimen” bordea un poco el empalago del stadium rock. Aunque musicalmente (e instrumentalmente) este trabajo mire a otras orillas, siempre bebe de la misma fuente: pop, tanto en melodías como en letras – esas tan universales y a la vez cotidianas-. Realmente no ha cambiado mucho, el espíritu pop aun ronda.

Para sus fans probablemente sea algo no esperado, pero igualmente disfrutable; mientras que para los detractores de sus últimos trabajos, probablemente sea el disco que ellos estaban esperando para reivindicarlo - las comparaciones con el “Canción Animal” (1990 / Sony) ya deben haber comenzado -; y para Cerati es, al menos es lo que creo, el trabajo que lo haga finalmente masivo en su carrera como solista. Búsqueda de trascendencia comercial en la fase final de la carrera? Quien sabe; pero este cuento rock se la creen todos, hasta el mismo Cerati, con el titulo del álbum y esa portada digna de algún “star guitar”. Si me la creo yo? Ojala me convenza en su concierto el próximo 14 de Septiembre.
Webpage oficial: http://cerati.com/
Webpage no oficiales, pero con buena info: http://www.graciastotales.com.ar/