Sobre la marcha (I)
FESTIVAL PRIMAVERA SOUND 2008. Forum / BCN mayo-junio 2008
Se me ha ido casi un mes. Un mes desde que me di de bruces con el cambio de habitante a turista en mi regreso corto por Barcelona. Y ahora me toca describir lo que me sirvió de excusa para mis cortas vacaciones, un poco como lo viví, a paso ligero.
Precavido y voluntarioso yo, programé mi llegada para un día antes y así el jueves del inicio del jolgorio estar al 100%. Me agencié la pulsera/acreditación en horas tempranas, para más tarde rebotar un par de veces en mi intento de entrar debido a una botella de agua (porque ahora el festival es como el aeropuerto) y terminar al fin frente a Phil Elverum o Mount Eerie, que dá lo mismo. Concierto íntimo de la mano de Julie Doiron y otro que se gastaba una pinta a Neil Young en sus años mozos, donde soltaron en su mayor parte material de un disco aún por salir. O eso nos quiso hacer creer Elverum. El set lo terminó solo, con su peculiar lenguaje corporal (abriendo piernas o levantando índice al cielo), por así llamarlo.
De ahí en rumbo a la prueba del nuevo y prometedor escenario, el Vice, debajo de las celdas fotovoltaicas de Martinez-Lapeña, a ver nuevamente a Enon. Y primera y temprana decepción. Un set muy parecido al visto en Rotterdam, pero demasiado ceñido al último álbum y un tanto pasado de revoluciones. Se hizo notar además la ausencia de Matt Schulz en las baquetas. Creo además que el escenario les quedó grande y el fuerte viento poco ayudó. Ni siquiera Collette me salvó del disgusto.
De regreso a la plataforma conocida rápido, porque el inicio de los legendarios Eric's Trip se nos venía encima, mientras, a lo lejos, se dejaban oír unos insípidos The Notwist. Al mismo tiempo comprobábamos otro punto en contra del nuevo escenario (ya hablamos del viento), las infinitas escaleras a lo "Acorazado Potempkin" (como alguno afirmó por ahí). No contaba con ese "ejercicio" adicional en medio de mis carreras entre escenario y escenario. Por eso tal vez decidí quedarme a ver todo lo ofrecido por la banda de Julie Doiron (si, otra vez ella), cuya performance me dejara un tanto frío, por más que se hayan tocado buena parte del "Forever Again" (1994), incluyendo una de mis favoritas, December '93. Será que sonido tampoco fue de lo mejor, aunque sea un mal que aquejaron varias de las bandas que pasaron por aquel escenario (CD Drome) y que, al fin y al cabo, los mencionados sean uno de los estandartes del lo-fi de los 90. En fin, que me quedé teniendo una probable mejor alternativa como la electrónica bastarda de Health en el Vice ya mencionado.
La paradoja es que terminé bajando igual (la planificación no siempre funciona como uno quiere) para ver la banda más rescatable dentro del acostumbrado racimo de hypes que el festival se trae. Hablo de los British Sea Power, con un disco bastante apreciable bajo el brazo como el "Do You Like Rock Music?"(aunque le deba tanto a bandas recientes como Interpol o Arcade Fire). Y a pesar de la un tanto estrambótica puesta en escena (muchos músicos, el blanco predominante a lo Smashing Pumpkins del año pasado y una violinista que jamás la oí), no empezaron nada mal, llegando a su cumbre con Waving flags, pero girando el rumbo a mal cuando el bajista cogió el micro, dándole demasiadas ínfulas a su discurso musical, por así llamarlo. El cierre estuvo en esa gama, al ver al desubicado del guitarrista dárselas de clavadista ante el público y ser al poco tiempo devuelto al mismo lugar de donde vino.
Así que a coger sitio para Portishead, siendo las escasas 12 de la noche y estando el que escribe al borde del K.O., por momentos me las tuve que ver con el sueño que me vencía, y eso que estaba ante uno de los conciertos que mejor recuerdo de lo que este festival lleva. Un sonido perfecto, que ni siquiera se vio afectado por la bulla del escenario contiguo que tenía a Boris por saboteador ocasional, dejándose sentir la misma solo en algunas pausas. Lo mejor de su último "Third" y piezas clásicas como Cowboys, Mysterons, Glory Box, Sour times, Over y la consecuente piel de gallina total con Roads, donde casi se me salen lágrimas. Así y todo me disgustó la interpretación de Wandering star, sin el groove de la versión original y podría calificar de coitus interruptus la aparición de Chuck D rapeando en medio de Machine gun (que además es la más floja del "Third"). Gran final, eso sí, con We carry on, con la que luego supe también cerraron la actuación del día siguiente en el Auditorio (a la que ya no fui) y que supuso la invasión al escenario de los fans.
Las demoras de Public Enemy (un motivo más para no aguantar el hip-hop) hicieron que Portishead retrasara su actuación, lo que conllevó a que me perdiera medio concierto de Caribou, que así y todo me dejaron bastante buen sabor de boca, con aquella doble batería de costado dándole sin descanso. Me acuerdo de She's the one o Sundialing, por ejemplo. Nos queda pendiente verlos en un concierto en sala y a tiempo completo.
Quise ver al menos unos 2 o 3 de los prometedores Prinzhorn Dance School (dúo minimal de guitarra y batería), pero las demoras de los mismas me lo impidieron, ya que tocaba enrumbar a la clausura del día y la banda del momento: Vampire Weekend. Que si, que animaron mucho al personal, que en su mayoría no paró de bailar, corear, gritar y demás. Pero que a mí no me terminaron de convencer. El sonido distó de ser el ideal, el teclado o no se oía o se oía demasiado y más de una vez los ví fuera de ritmo y a destiempo. Una pena. Aunque rebuscando un poco hayan tenido algún que otro momento de inspiración. Como con A-punk. Si yo no me puse a saltar era por estar ya con el cansancio encima. Y todavía nos quedaban 2 días más por delante.
Portishead - Sour times