Cuestión de familia

THE SAVAGES / Dir. Tamara Jenkins (2007) EE.UU.

Tal vez ya lo he dicho demasiado. Pero aquí va una vez más. Si es que me instan a que elija qué es lo que más extraño (o lo único que extraño, más bien) de vivir en Barcelona, me quedaría con una cosa: el cine. Y no es que por aquí no lo haya. Ocurre que, en comparación, llega bastante menos material interesante. Y si a eso le sumamos mi insuficiencia en el dominio de la lengua, tengo que limitarme a las películas anglo o hispanoparlantes, perdiéndome orientales (léanse coreanas, chinas, japonesas), francesas, italianas y alemanas por mencionar algunas, debido a mi incapacidad de seguir los subtítulos en holandés. Y si a esto le sumamos precios más altos y distancias más largas, muchas veces optamos por bajarnos el largo en cuestión y mirarlo cómodamente en casa. Visto en números, allá mantenía el ritmo de 1, 2 e incluso 3 visitas a salas semanales y aquí estoy con la irrisoria de una cada 2 o 3 meses.

Dicho esto, mi última visita a mi ex- ciudad, además del festival del que ya hablé, me obligó a organizarme un minifestival cinemero hecho a medida, a golpe de 1 proyección por día. Como tampoco fue mucho el tiempo, me soplé 4, las últimas de Denys Arcand (L'Age des ténèbres, que incluye aparición del divo Rufus Wainwright, al inicio y al final), Sidney Lumet (Before the devil knows you're dead, con Phillip Seymour Hoffman y Ethan Hawke al frente) y Hal Hartley (Fay Grim, bodrio como pocos, a la que fui más por Parker Posey que por otro motivo) y la que subtitula este post, que quizás sea la única que me tocase fibra. En parte porque además la relacionara con algunas experiencias propias. Dos hermanos de tendencias intelectuales (él, profesor de teatro y doctorado en filosofía; ella, oficinista con aspiraciones literarias), vidas solitarias y poco contacto entre sí se ven súbitamente con la necesidad de unir fuerzas e ingenio para hacerse cargo de su anciano padre, con inicios de demencia y con el cual guardan una distancia enorme, desde la geográfica hasta la emocional.

Sin embargo, lejos del drama que la historia supondría, la directora y guionista Tamara Jenkins nos la cuenta en clave humorística. Bueno, humor negro, que de eso se trata. Algo que además cobra demensiones extraodinarias con actores como el ya mencionado Phillip Seymour Hoffman y Laura Linney, donde además toman protagonismo, conforme el film se desarrolla, las dos mascotas, el gato Genghis (the beast) y la perra Marley ¿La consabida de los animales suplantadores de relaciones humanas? Mi gata Nina salta sobre el teclado y no opina lo mismo. Y yo la voy a volver a ver, sentado en mi sillón, en la comodidad de casa.

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