A ver quién te aguanta

2 DAYS IN PARIS / Dir. Julie Delpy (2007) Alemania, Francia

Claro, Linklater. Este señor que estuvo detrás del díptico Before sunrise -Before sunset, es lo primero que puede venir a la mente viendo solamente el poster. Rara relación precuela-secuela, con 10 años de distancia entre ambas y los mismos Ethan Hawke y Julie Delpy interpretando a los queridos (¿u odiados?) personajes que se conocieran en un tren y 10 años más tarde se volvieran a juntar en París, en esa segunda parte donde ambos se inmiscuyen más en el guión y deján bastante de ellos mismos plasmado en la pantalla. No sé si a la Delpy le habrá picado el bichito de escribir/dirigir a partir de ahí o sea algo bastante más atrás, como seguramente no durará en decir en alguna entrevista (si no lo dijo ya).

Además, París otra vez. Y otra pareja como centro de la historia, que en este caso tira más hacia comedia que en las que puse antes. Comedia romántica entonces, ¿no? Bueno tampoco es para poner mueca de asco, no todos los productos con esa etiqueta son descartables. When Harry met Sally (1989) es lo primero en lo que puedo pensar, y el dúo Meg Ryan - Billy Crystal. Aunque este haya sido el inicio de una interminable carrera de comediasirremediablementerománticoinsípidas de la recordada Ryan. Y claro, el Woody Allen de los 80 (el mejor, claro), con el cual hay gente que asemeja la película que nos ocupa.

Entonces. Una fotógrafa parisina residente en USA y su paranoico, maniático, neurótico novio neoyorquino (grande Adam Goldberg) deciden pasar un par de días en la tierra de ella antes de volver a los States. Luego de su periplo europeo (aunque la verdad no me acuerdo si estuvieron en otro sitio aparte de Venecia), visitan a la peculiar familia y al curioso círculo de amigos de ella y ocurre el consecuente choque cultural. O lo más cercano a la hermandad que siempre ha habido entre estadounidenses y franceses. Broma, claro.

Y desde un inicio uno se pregunta cómo se soportan. Aunque la narración en primera persona (muy apreciables primeras escenas explicativas de su pasado y sus traumas) de la Delpy nos guarde la simpatía hacia ella en un principio, poco a poco se nos desdibuja casi al mismo tiempo que al novio. O no. Ya dependerá de la perspectiva con que se mire.

Podría hablar más, pero prefiero quedarme con la invaluable imagen del alegre y despreocupado padre y su particular forma de dejarle aviso a los dueños de sendos autos que están mal estacionados, dejándoles una buena raya de recuerdo. Con las ganas que más de una vez tuve de hacer lo propio. Tzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz.

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