Dentro del smog

BAM / BCN septiembre 2005


Algunos de ustedes ya se la saben. En esta ciudad hay un momento en que las fiestas vecinales se suceden una tras otra. Aunque en realidad corresponden a aniversarios de cada ciudad, ciudades que con el pasar del tiempo se fusionaron en lo que ahora es Barcelona. Es así como están las fiestas de Gràcia, seguidas de las de Sants, y seguidas por las de Barcelona misma. Los que me conocen ya sabrán que yo no soy muy partidario de este tipo de manifestaciones. Una semana de borracheras, broncas callejeras, petardos y demás hierbas no es algo que, por decirlo de alguna forma, me motive en especial. Pero si hay que salvar una, esta es La Mercè. No porque sea muy diferente de las demás, si no, mas bien, porque en esa semana se desarrolla el BAM, Barcelona Acció Musical, con motivo del cual se dejan caer banditas para todos los gustos, desde las dirigidas al gran público, hasta otras menos conocidas, casi siempre en actuaciones al aire libre y sin costo alguno para el respetable. Esta vez dicen que se recuperó la tradición de antaño, ya que el año pasado se optó por dar preferencias a bandas locales (eso dicen, yo mas bien diría que hubo ajuste de presupuestos), y, salvo contadas excepciones, la verdad es que no es que haya mucho que rescatar en la movida indie catalana. Eso sí, salvaron el festival Café Tacuba.

Pero eso fue el año pasado (¡Qué rápido pasa el tiempo!). Esta vez se recuperó el formato y, dentro de lo presentado, visitaron The Raveonettes, Tahiti 80, Caribou, Donna Regina, Sebastian Schuller, (Smog), entre otros (hubo también harto world music, fusión y hip-hop pal que le guste). A excepción de los 2 primeros, servidor pudo observar las performances de los mencionados, de las cuales cabe reseñar la de Bill Callahan, aka (Smog), considerado junto a Howe Gelb uno de los pioneros del llamado country alternativo. Con un formato peculiar, guitarra acústica en mano, casi a la altura del mentón (oí a algunos gringos comentando que esa era el German style... ¿?), y solo acompañado por batería (aunque mas parecía percusión) y piano de cola. Dio preferencia a su última producción, A river ain’t so much to cross, así como a sus temas mas taciturnos, siempre potenciados con esa grave voz tan característica. He de admitir que se creó todo un clímax a su alrededor, con un público en su mayor parte atento, y con la materialización del otro smog en el ambiente, esos humos invasores expulsados por la amplia platea fumadora (¡Ya quiero ver yo como entra en vigor la ley antitabaco del año que viene!). Es que, supongo yo, será la música que mas se presta para tal ejercicio. En fin, el tema es que (Smog) cerró la performance de forma brillante, subiendo un poco los ánimos, con 2 de sus “hits”, si es que cabe llamarlos así. Primero con I was a stranger y luego con Bathysphere. Con cuerda rota y todo fue suficiente. Luego vino Ben Lee y su insulsa música veraniega, el mismo que anunciaba que no podía creer que le había teloneado nada menos que a (Smog). Así es. Yo tampoco lo podía creer.