Tragedia Coreana
Oldboy/ Dir. Chan Wok Park (Corea, 2003)
"Osea, un posero total", sentenció el tipo cuando le referí que Park señaló como sus influencias a Kafka, Stendhal, Camus, Sartre, Shakespeare, Platón, etc. en una entrevista. No, para nada: la primera impresión que tuve a mitad de la película fue que tal vez sería la adaptación de una novela de 500 páginas, te deja esa sensación de apuro en revisar hechos y diálogos de otra manera trascendentales. "De que trata entonces? Es un film de artes marciales y violencia?" Ciertamente no (o no solo eso), aunque las alusiones a la ultraviolencia burgessiana sean excedidas, mas no excesivas, tanto como su necesidad de llevar las condiciones en cuestión (el amor, la venganza, el dolor, el odio) a puntos críticos. "Una historia de venganza?" Mas bien, una tragedia griega traída a estos días. De hecho, es la existencia misma la que se cuestiona cuando se interrumpe en ella con dolor. Buscar venganza es el mejor remedio para alguien que sufre, pero acaso sea mas bien una droga que termine por consumirnos, que nos deje un vacío insufrible cuando la consumemos. El protagonista se pregunta si despues de tener su revancha, la cual -es consciente- lo convirtió en un monstruo, podrá volver a ser el mismo. Acaso, se dice, siendo el peor de los monstruos, no tiene derecho a vivir? Ahí llega el final del film, tan ambiguo como personal. Como los grandes.
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