El eterno retorno

LA SCIENCE DES RÊVES / Dir. Michel Gondry (2006) Francia, Italia

Dicho y hecho. La víspera de mi corto viaje por la tierra de mi futura familia política, me di el tiempo de ir a ver lo nuevo de Michel Gondry. Por supuesto animado no sólo por la gran película que hiciera con guión de Charlie Kaufman, Eternal sunshine of the spotless mind (2004), que cayó en lugar de privilegio en mi lista de 2004 , sino también por la exitosa y larga carrera que el hombre se gastó haciendo videos para Björk, Chemical Brothers, Cibo Matto, Beck, The White Stripes, Massive Attack, Kylie Minogue, Foo Fighters, ... Uf. Justo del clip de estos últimos coge la inspiración el francés, al fin por cuenta propia (Kaufman también estuvo tras el guión en la que me falta y el que fue debut, Human Nature), según leí en una entrevista. Y claro, tardé en darme cuenta, cuando en realidad es un poco obvio, que la historia es autobiográfica.

Stepháne vuelve a París, empujado y convencido por su madre, viaje que además le obligará a revivir su infancia, la casa (bueno el piso, el depa) que lo vio crecer y a una lengua que solo usa con comodidad con su progenitora. Ya que, como Gael (García Bernal), el personaje también es mexicano (el padre también, al menos en la ficción), aunque no sea solo por eso que el aspirante a diseñador de almanaques de desastres naturales se siente atosigado por la realidad que le rodea. Y allí, claro, está la gracia. Las fantasías de Stepháne invaden constantemente la realidad de lo que le va pasando y, de paso, nos deja confundidos casi siempre. Punto aparte es la parafernalia Gondry que invade toda la película, porque además la cosa es enteramente mecánica, nada de retoques ni animación digital. Una audacia que toca el cielo cuando nos muestra una ciudad hecha enteramente de rollos de papel higiénico (sin papel), edificios, carreteras, autos y demás artefactos.

Y Stephanie (Charlotte Gainsbourg) tiene la suerte de toparse con el susodicho, con el cual comparte sensiblidades, además de despertarle el instinto protector hacia el niño grande que siente el mundo exterior como un medio hostil, por lo que se encuentra siempre a la defensiva y en actitud derrotista. De la serie de encuentros y desencuentros entre ambos, sumados a otros curiosos personajes (me quedo con Guy, inmejorable Alain Chabat) se supone que va la historia, que si, es narcisista a más no poder, al mismo tiempo que honesta. Why I can't ever get the one I want? se queja el muchacho. Pero también va de la difícil inserción en la sociedad de consumo de un personaje con una sensiblidad e imaginación fuera de lo común.

Además de las secuencias en su imaginario programa televisivo, me queda la toma de Stepháne, con chullo raro encima, andando al lado del río, al son de Coutances de Dick Annegarn de fondo (parte de además un gran soundtrack). Ida y vuelta, con Guy determinadísimo a tirar su tele por la borda, alegando que lo único que ve ahí son estupideces. Razón no le falta.

Trailer

  1. Comment by JUANAN URKIJO on Feb 23, 2007, 6:31:00 PM  

    Me interesan mucho tus comentarios. Parecen de un profesional, sin lugar a dudas. Gracias por ofrecérnoslos en tu espacio.
    Saludos.

  2. Comment by suitaloon on Feb 25, 2007, 10:31:00 AM  

    Gracias a ti por el feedback, dedalus. Tengo C.R.A.Z.Y. programada para un próximo alquiler.