Cual versión ácida Tron meets El Mago de Oz, Alice Glass despierta atrapada en el interior de una consola digital de 8 bits; fuera de ella, Ethan Kath manipula el soporte digital de su voz hasta hacerla ininteligible. Un paciente y largo camino amarillo se baña de todos los posibles estados hormonales y psiconáuticos de la protagonista: euforia catártica en Alice Practice, Xxzxcuzx Me y Love And Caring, electroclash de inicios del milenio en Crimewave y Untrust Us -notable apertura-, una remezcla de Sex City de Van She en Vanished, hasta llegar al corte final distinto del disco: Tell Me What To Swallow, acústica remitente a My Bloody Valentine. Irregular y extenso, pero no por ello menos interesante, Crystal Castles abre el catálogo entero y sin reserva, y la honestidad, siempre allí, es prerequisita del arte.