10 Años Atrás - Parte 1
Años previos: Los días y las sombras
"Desearía... vamos, no me arrepiento de nada, lo que tenía que pasar, pasó... Pero creo que nos merecíamos un final feliz". Lo siento, niña: no habían finales felices en los 90's, no para jovencitos tragando cuentos made in Seattle, que crecieron invocando la violencia de las armas virtuales , queriendo ser natural born killers de la pc. Si no reparaste, esto fue lo que te tocó vivir:
Era abril del '97 y Soundgarden no daba mas. Tres años antes dejó confesión de parte: In my eyes, indisposed/ in disguise as no one knows/ hides the face, lies the snake/the sun in my disgrace(...) Black hole sun, won't you come/ and wash away the rain... Un agujero negro era el deseo de una generación, la esperanza de que llegara y lo absorviera todo, sin importar extinguirnos con ello, como los dinosaurios; eso eran los 90's, serpientes que descubrían la careta, que nacieron con la guerra del golfo en prime time, donde la putrefacta vida privada de sus estrellas y predicadores empezaba a batir todos los ratings de audiencia.
El mas sobrevalorado de aquellos héroes se había hecho leyenda -y añicos- también el 5 de abril del 94. Reconocí en Cobain, sin embargo, honestidad: sea admitiendo el plagio que su espíritu adolescente le hizo a Pixies, sea pagando tributo a Vaselines, sea jalando el gatillo.
De vuelta al '97, en Lima, Fujimori se perpetraba en el poder, cerraba medios de comunicación, ejecutaba presuntos terroristas a diestra y siniestra y amenazaba a todas las instituciones democráticas, con la venia de casi todo el país. Whatsoever I've feared has come to life: La imágen es con FAC081675 a las afueras del Congreso, esperando la votación que destituiría a los miembros del Tribunal Constitucional (último impedimento para la re-reelección del régimen); no éramos mas de 50 o 60 y la policía, pequeña representación de lo que hac el país, nos botaba a varazos.
Un anticristo de leyenda urbana, William H. Gates III -un falso profeta, mas bien- nos señalaba The Road Ahead, el camino a ninguna parte. Empezamos a conocer el tiempo real, la era de la información, los gurús de la productividad y los nuevos paradigmas que vendían libros que te hacían ganar millones de dólares. A mí eso poco me importaba, mas allá del asco que me daban 'I don't mind stealing breath/ from the mouth of decadence', a mi tampoco me jodía, la verdad.
La acidez no iba mas, el filtro de colores parecía el de David Fincher, tanto en Se7en como en Fight Club. En esa absoluta falta de certeza, en esa autopista borrosa, mi vida era un auténtica invocación al pesimismo, al mas sombrío panorama. Lo peor era que estaba de moda: 'My pain/ is self chosen', clamaba el buen Laine, candidato seguro a la sobredosis.
Tienes razón, niña, merecías cerrar tus años maravillosos con otro soundtrack, pero yo no lo tenía. Aquellos eran días negros, tambien para mí; la luz se atenuaba hasta desaparecer. Fuera de toda esperanza, sin otro destino que no fuera el abismo, diez años atrás el milagro ocurrió: An airbag saved my life.
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