Imposible Redención


LADY VENGEANCE / Dir. Park Chan Wook (Corea del Sur, 2005)
La Venganza - ya la habremos sufrido, ya la habremos gozado- nos desconoce; viviendo con ella, la redención en perfecta simbiosis. En la película final de esta Trilogía de la Venganza, Park Chan Wook termina de recrear una vida mas sentenciada a buscar inexorablemente la disculpa que quita el sueño, el horror que encuentra un motivo. Una bella joven de 20 años, Lee Geum-ja, condenada a prisión por un crímen cuya inocencia es relativa, diagrama un plan cuya ejecución conlleva la ayuda de sus compañeras presidiarias, a quienes las hizo venerar como a un angel y comprometerlas en la ejecución de la tarea. El relato progresa entonces descifrando los hechos anteriores al asesinato, en narración aleatoria y a veces incómoda, agravada por los subtítulos.
He sostenido, menos certeza, mas pasión - y aunque la frase no sea mía - que en los últimos años lo mejor del cine ha venido de Asia. En la Filmoteca de Lima conocí el cine de Takeshi Kitano, maestro de Chan Wook y referente ineludible, ultraviolencia con profundidad metafísica en cuadros hermosos. La elaboración de Lady Vengeance carece de la complejidad de su predecesora Oldboy, bastante obvio si consideramos a esta última, discutiblemente, como la mejor película de la década. No obstante, nuevos cuestionamientos al derecho a la vida y a la irrelevancia de nuestra voluntad frente al destino se hacen presentes.
Una vez finalizado el cometido, la vida se revela distinta en palabras de Chan Wook: La venganza hace nacer en el héroe a una persona nueva, poniendo fin a su tediosa e irrelevante vida. Cuando ésta se haya cumplido, el fin de esta persona nueva deberá ser enfrentado, el placer de una razón para vivir tal vez no encuentre reemplazo, pues ya lo dice el vals, el rencor duele menos que el olvido.

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