Silencioso Y Gris
Concierto de Morrissey (Chicago, Noviembre 2006)
A veces, me cuesta saber a donde voy. La base 3 y el combate contra la panza, la rutina diaria, la vida en un país que no es el que te crió, la lengua que te cuesta hablar, en fin, hay días que me levanto y no sé si podría ser reconocido si me hubiese visto, digamos, 15 años atras. Es fácil planificar no tener hijos, tener una carrera o un trabajo. Es díficil, por el contrario, poder ser aquel que se quiso ser.
Unas vacaciones me llevaron a Chicago la semana pasada y coincidió con la única presentación del tío Morrissey en tierras gringas. Algunos atribuyen el extraño hecho incluso a una escala aérea que el Mozzer tenía que hacer en O'Hare luego de dos memoriales presentaciones en Monterrey y Guadalajara. Sea como fuere, el legendario teatro Aragon y Kristeen Young, solista también del sello Attack (Kate Bush, y no diré mas porque bueno, la china estaba en algo), sirvieron de telón para la presentación. A las 9 pm, el Mozzer hizo su entrada; los rumores de su muerte habían sido "slightly exaggerated". Panic on the streets of London, y el pánico se desató en Chicago. Siguieron First Of The Gang To Die y The Youngest Was The Most Loved, mostrando el contraste en la acogida de ambas producciones, la penúltima mas favorable, la última un tanto discreta.
Nos siguieron intervalos de Girlfriend In A Comma, How Soon Is Now, William It Was Really Nothing, Everyday Is Like Sunday mezcladas con lo mas reciente de su producción (no, nada de Suedehead). Sin embargo, tuve que dejar cada uno de mis albums favoritos guardados en anaqueles de la memoria. De otra manera, la reseña sería la crónica de una decepción. Había visto un concierto superior hace dos años apenas en South Beach, en el tour del You Are The Quarry, en el cual Morrissey se despachó con tres horas llenas de clásicos de su etapa solista y de la otra.
Pero fue ahí que, cuando ya se habían retirado del escenario, regresaron a tocar una, solo una canción; recordé que aquella mañana, considerando el agobio y las vacaciones de nuevo, había considerado no ir al concierto. Cuando los rasgueos de Please Please Please, Let Me Get What I Want sonaron, algo así como la sensación de haber sido rescatado o de salir de prisión se instaló en mí. Desde aquella noche del martes, sigo intentando reconocerme cada vez que me miro al espejo, pero juro que duermo mejor.
Morrissey - Please Please Please