Música de las entrañas
COPYING BEETHOVEN / Dir. Agniezka Holland (Reino Unido, Hungría 2006)
He de decirlo, no me lo esperaba. Siempre que me enfrento a un biopic de alguna gran figura, actoral, literaria o musical, espero lo típico, es decir, investigación sesuda y puesta en práctica de un casi documental en donde se ve el auge y caída del personaje al que se quiere retratar. Casi siempre es un argumento plano y sin mayores matices. Los directores se ciñen demasiado a los hechos y parece que luego se quedan sin ideas. Y uno se sopla entre 2 o 3 horas de soberano aburrimiento.
Bueno, claro, este no es un biopic, pero podría entenderse de antemano. Los guionistas Christopher Wilkinson y Stephen Rivele parten de un personaje ficticio, al plantear que Beethoven haya tenido una copista mujer. Entendiéndose copista mas bien por... ¿editora? (Diane Kruger, otra razón de fuerza para ver la película). O sea, la que recibía las partituras en borrador de las sinfonías del genio y los pasaba a limpio. Y el abordaje de la historia es tragicómico. De la misma forma que uno se puede partir de risa ante la manera como Beethoven (impresionante Ed Harris) destruye una composición de su aspirante a discípula "You invented a new composition: Fartisimo!" o emocionarse ante la presentación de la Novena Sinfonía en sociedad.
Agniezka Holland (a quien descubrí con Europa Europa allá por el 91) nos presenta al gran músico amargado y casi grotesco ("The Beast"), así como sus accidentadas relaciones personales, su sordera y los artefactos de aluminio que se inventa para sentir las "vibraciones" de la música que compone. Todo eso con lo que Anna Holtz (Kruger) tiene que lidiar en el proceso de adaptación que significa trabajar con Beethoven. Si se trata de buscar paralelos, Amadeus (1985) de Milos Forman es lo primero que se me viene a la mente.
Para terminar, debo decir que sospecho que me ocurrirá (guardando distancias) como con The Doors, en la época que vivía en el Altiplano y la larga espera que me supuso el irrisorio estreno (una sala, una semana en cartelera) de la película de Oliver Stone (que al final de cuentas tampoco fue para reventar cohetes). Durante esa espera hice todo lo que pude por agenciarme lo relacionado a la escasa vida de la mítica banda de Jim Morrison (esto hablando de una era preinternet). O como La Pianiste de Michael Haneke y de cómo descubrí las insuperables sonatas de Franz Schubert. Tal y como dice Christopher Wilkinson: "(Beethoven) Fue el primer músico independiente de la historia. Componía según sus normas, no dependía de nadie... Creía que el talento debería valorarse por encima de los linajes y los títulos, un pensamiento muy radical para aquella época". Será por eso.
Copying Beethoven - Trailer
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