Colofón
Concierto de Of Montreal, Apostle of Hustle y Malajube. Sala Apolo /BCN junio 2007
Es que el festival no empieza el jueves y termina el sábado. La ola de conciertos ocupa las 2 salas de Apolo en los días previos (esta vez estuvieron Centro-Matic, At Swim Two Birds y Oslo Telescopic, por mencionar algunas) y cierra el día domingo de resaca, a la cual yo nunca me apunté. Pero esta vez habían razones de sobra para variar. El lunes feriado (no me pregunten por qué) y el fichaje in extremis de otra de mis bandas favoritas, Of Montreal, convertían en imperativo el estar presente.
Así que abrimos fuego con Apostle of Hustle, el proyecto paralelo de Andrew Whiteman, lider de la megabanda Broken Social Scene. Empezaron a tiempo y con mucho punche, dándole a My sword hand's anger y a National Anthem of Nowhere, dos de los puntos fuertes de su irregular y recién salido segundo álbum. Pero después el show fue decayendo. En algún momento Whiteman se quitó la boina y colgó unas banderolas, transformando en chingana el escenario, tratando de meterle un toque folklórico a su presentación (como, del mismo modo, intenta hacerlo en su música), con cajón y maracas incluidas, soltando los temas más flojos que le conozco, cerrando con una nada agraciada Haul away. Tal vez si el orden hubiese sido inverso me hubiese dejado un mejor sabor de boca.
Siguieron estos canadienses de Malajube, gritones, sinfónicos, vulgarmente sincronizados. Con canciones todas con la misma estructura. Un sufrimiento interminable que aguanté estoicamente, pudiendo haberme arrancado a ver a The Orchids en la sala contigua. Más pudieron las ganas de preservar mi lugar ante lo que vendría después, y para lo que guardaba mis últimas reservas de lucidez.
Lleno a tope en la Sala Apolo cuando Kevin Barnes y sus burbujitas salen al escenario, casi todos disfrazados, pasando debajo del ecran en donde se proyectó imaginería tan kitsch y rara como los títulos de sus canciones (monigotes corriendo con cabeza de martillo y tenazas por manos, por ejemplo). Y con ellos, la fiesta. Como inyectando descargas eléctricas al público moribundo, luego de los 3 días de jolgorio, se sucedieron unas a otras: Suffer for fashion, Heimdalsgate like a promethean curse, Sink the seine, Cato as a pun, Gronlandic edit (con Barnes haciendo de gigante), She's A Rejecter (a golpe de saltos), A sentence of sorts in Kongsvinger, Faberge falls for Shuggie, todas del reciente "Hissing fauna, are you the destroyer?", mientras que del Sunlandic Twins (2004) soltaron las entrañables Requiem for O.M.M.2, I Was Never Young(se extrañaron las trompetas), So begins our alabee, Oslo in the summertime, la joda instrumental que es October is eternal (que sirvió a Barnes para un oportuno cambio de vestuario y no, Luisito, no se desnudó en público), cerrando de la mejor forma con The Party's Crashing Us, para terminar de ponerme contento. Bueno, luego hubo el correspondiente bis y se pusieron a tocar un cover de David Bowie, que por lo menos me sirvió para escabullirme instantes antes del final y así evitar la tromba de gente a la salida. Mientras daba con mis restos en el alabado sea metro me preguntaba si tal vez este fue no sólo mi último Primavera Sound, si no tal vez mi último festival, que uno ya no está pa' estos trotes.
OF MONTREAL - Gronlandic Edit
Yo tampoco jalo cuando se trata de un 'mega-festival' como el SXSW, el de ptchfork... menos con Coachella, que me parece una desproporcion de la idea, ademas te zampas un 90% de bandas hasta las huevas, un 8% de aceptables y un 2% de imprescindibles.
A ese paso, este blog amenaza en convertirse en la seccion reclamos de treintañeros camino al geriátrico...
Of Montreal es de mis favoritos también y me encanta leer como otros fans disfrutan tambien sus ocurrencias. Creo que los únicos momentos claves de las veces que he visto a Of Montreal que me hizo falta encontrar en sus palabras fueron lo espectacular que The Past is a Grotesque Animal es y lo emocionante que es ver a la gente de atras de los lugares, los fans clasicos, cantando en unisono Disconnect the Dots. Salud!
Eso, la edad. También que podría decir que he visto en vivo casi todo lo que me interesaba ver. Y los que me faltan prefiero verlos en sala y en horarios admisibles (léanse The Shins, Clap Your Hands Say Yeah, The New Year, Andrew Bird, Broadcast, Colleen...uf, no son pocos).
The Past is Grotesque Animal no la tocaron y no la extrañé (vamos a discrepar nuevamente Eduardo... muy larga!). Disconnect the Dots si, la única que salió del "Satanic panic in The Attic". Me hubiese gustado también un Lysergic Bliss.