Las muñecas y el hastío
BUBBLE / Dir. Steven Soderbergh (EE.UU. 2006)
Ya todos sabemos que Steven Soderbergh se hizo famoso con "Sex, Lies and Videotape", hace casi 20 años. A partir de ahí y hasta nuestros días se ha convertido en toda una eminencia en Hollywood y a veces mete el pie en la producción independiente. Unas como productor, como en las muy apreciables "Far From Heaven"(2002), "Insomnia"(2002), "Syriana"(2005) o "Good Night and Good Luck" (2005) y otras tras la cámara, como en "Traffic" (2000,... ¿o acaso se consideraría mainstream?) o "Solaris" (2002, pendiente por ver). No creo que valga la pena comentar una (creo yo) sobrevalorada "Out of Sight" (1998) u "Ocean's Eleven" (2001) y su sucesión, que me negué a ver tanto por el tema (ladrones fashion que se salen con la suya) como porque a Julia Roberts simple y llanamente no la soporto. Misma razón que me impidió ver "Erin Brockovich" (2000).
Terminado el recuento, la película que nos ocupa cae dentro del primer grupo. O sea, del tan mentado cine independiente. Y de qué forma. Casi estamos hablando ya de una receta, como la planteada por Von Trier y su Dogma 95. Primeros planos de actor-actriz principal poco dotado/a, tomas tipo postal de algún suburbio sin gracia en alguna zona perdida de los States y las letras del título bien en grande (como para que no se te olvide) sobre una de esas tomas, con un buen fondo musical. Si en Junebug hablábamos de Yo La Tengo, aquí son puros rasgueos de guitarra pelada de nada menos que Robert Pollard, el que fuera líder de los recientemente disueltos Guided by Voices, el mismo que empezó su carrera musical en sus cuarenta y pico, casado y con hijos. Como para que nunca se pierda la esperanza.
A la historia no hay muchas vueltas que darle. Una fábrica de muñecas (impagables tomas de la producción en serie de las mismas) en algún lugar en le límite entre Ohio y West Virginia en donde se gana la vida Martha, que comparte sus momentos de único afecto con su amor platónico Kyle, apático y de pocas palabras, que además hace un segundo turno en una fábrica de palas. La aparente paz (aburrimiento dirían algunos) que se respira en el ambiente se ve alterada por la aparición de la enigmática Rose y de allí pasa lo que tiene que pasar. Dicen que son actores amateurs, interpretándose un poco a ellos mismos. Y eso en buena parte se nota, con la exclusión de Misty Down Wilkins (Rose), que es la que claramente resalta en una película que no se siente tan corta como es (73 minutos) pero a la que no deja de faltarle algo.
Ver ¿trailer? Mas bien son las imágenes que recuerdo al final aquí
Aunque estén lejanos los días en que la cosa era al revés - una eminencia en el cine independiente que a veces metía la pata en Hollywood -, el tío de Atlanta, Georgia, se las sigue agenciando para producir casi una película al año; ahora ha resuelto esta dualidad filmando una pela independiente y un ocean's cada año (el próximo le tocan a Ocean's Thirteen y luego viene Guerrilla, basada en la vida del Che Guevara, caracterizado por Benicio del Toro). Me adelanto a fac081675: no olvides The Limey, casi tan notable como SL&V, con un maestrazo Terence Stamp.